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La heroicidad que salvó a 'Los últimos de Filipinas'

El golpe de mano que acabó con la epidemia que consumía a los Héroes de Baler fue propiciado por un descubrimiento del teniente médico Rogelio Vigil de Quiñones, licencidado por la Universidad de Granada y que ejerció como médico en el valle de Lecrín, con el que tenemos una deuda histórica aún a día de hoy

Miguel Ángel López de la Asunción

Miércoles, 29 de mayo 2019, 00:18

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El próximo 2 de junio se cumple el 120 aniversario de la finalización del asedio sufrido por un destacamento militar español en la iglesia de ... Baler, localidad filipina de la contracosta de la isla de Luzón, entre el 27 de junio de 1898 y el 2 de junio del siguiente año. Entre los militares sitiados se hallaban dos componentes de la Cuarta Brigada de Sanidad Militar que, sin forzar aseveración ni hacer venturosas elucubraciones, fueron en gran medida responsables del logro de una de las mayores hazañas del nuestro Ejército. Además de participar en todo momento en los combates y de carecer de medios, el teniente médico provisional don Rogelio Vigil de Quiñones y Alfaro y el sanitario Bernardino Sánchez Caínzos, ejercieron una labor facultativa ejemplar en atención a enfermos y heridos y frente a la epidemia de beriberi que arrolló la guarnición.

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