Hartazgo ciudadano
Puerta Purchena ·
Hemos llegado a un punto en lo que lo verdaderamente importante es vender la imagen del político de turno y de su cargo (...) hasta dejar los proyectos en segundo planoÁngel Iturbide
Sábado, 10 de abril 2021, 23:24
El jueves pasado había terminado de hacer mi compra semanal cuando asistí a una conversación que me llamó la atención y me hizo reflexionar. Estaba ... en el pasillo externo de Carrefour cuando oí hablar a cuatro hombres. Uno de ellos decía que había llegado tarde porque había estado con un concejal del Ayuntamiento de Almería (luego supe que era Carlos Sánchez, responsable de Promoción de la Ciudad), que había acudido a las instalaciones del centro comercial para presentar alguna iniciativa a favor del comercio local. El hombre no fue muy claro en qué consistía la actividad, pero lo contaba como si no fuera la primera vez que asistía a un evento de este tipo. Otro de los que allí estaba participando en la conversación le preguntó si el concejal había ido solo o acompañado de fotógrafo a lo que contestó afirmativamente, el concejal llevaba fotógrafo. Entonces el que había preguntado hizo un gesto de hastío al tiempo que decía: «Pues no te preocupes que en un rato la fotografía del concejal está en todos los medios de comunicación y en las redes sociales, pero ya te puedes ir olvidando de ningún tipo de apoyo al comercio local».
A partir de ahí me dio por pensar por cómo habían llegado los políticos de esta ciudad a hastiar tanto a los ciudadanos. De las razones por las que se había perdido la confianza (si es que en algún momento la hubo) y de las que habían hecho que la distancia entre la calle y sus representantes se haya convertido en algo insalvable. Y creo que no hay un solo responsable sino muchos. Además, la irrupción de las redes sociales ha contribuido a ello y todo en su conjunto se ha convertido en una especia de loa a los egos. No hay más que darse una vuelta por esas redes sociales para constatarlo.
Pero uno de los problemas de fondo es el concepto que asesores y gabinetes de prensa de partidos políticos y administraciones tienen de lo que se supone que debe ser 'vender' gestión y que no ocurre así en el ámbito empresarial o asociativo. Hemos llegado a un punto en lo que verdaderamente importante es vender la imagen del político de turno y de su cargo, hasta el punto de que en ocasiones las buenas iniciativas y los buenos proyectos pasan a un segundo plano porque en el primero está la figura de quien lo protagoniza. Hartos de ver fotos en las que aparecen hasta 6, 7 o más políticos en actos tan estúpidos como la instalación de una marquesina, por poner un ejemplo. Todo gira en torno a los políticos y eso la calle ya no traga.
La semana pasada me referí al exhibicionismo político del alcalde de Almería que durante los distintos días de la Semana Santa visitó las hermandades que debían salir a la calle. Como alcalde se trataba de una iniciativa loable de apoyo a las diferentes cofradías en otro año triste por culpa de la pandemia, pero esa actividad perdía toda su fuerza cuando en siete días sus asesores enviaron nada menos que 66 fotografías de Fernández-Pacheco en diferentes actitudes ante los titulares de las hermandades. 66 fotografías que se distribuyeron por redes sociales y que algunos medios escritos no dudaron en publicar.
Y aquí descansa otro de los problemas de fondo de todo este sinsentido. Algunos periódicos provinciales han tenido gran responsabilidad en todo esto porque siempre les ha gustado la publicación de fotos de representantes públicos anteponiendo la imagen al mensaje. Célebres las fotos de políticos con pimientos o tomates en las manos como si fueran la primera vez que veían una hortaliza. No menos célebres las fotografías de inauguraciones por muy nimias que fueran o las de la Feria de Almería.
En definitiva que entre unos y otros han contribuido a que los ciudadanos recelen de las verdaderas intenciones de un político que aparece acompañado de un fotógrafo.
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