'Hablar' sin palabras
De Buenas Letras ·
josé romera castillo
Jueves, 20 de febrero 2020, 01:56
El Comunicar es transmitir informaciones a través de unos medios –unos signos– más o menos simbólicos de representación, en los que son muchos y muy ... variados los códigos empleados, ya sea por los humanos –el ámbito de mayor empleo–, los animales o distintas otras manifestaciones (vestuario, comida, arquitectura, etc.). Todo en ellos, metafóricamente, 'habla', nos dice algo.
Si nos centramos en la comunicación humana, siempre hay una necesidad de 'contarse' a los demás, por lo que queda lejos el aserto de Hamlet: «Oh Dios, podría estar encerrado en una nuez y considerarme rey del infinito espacio». Nos comunicamos por lo verbal (las palabras de una lengua) y también por lo no verbal (siempre imbricadamente). Saliendo del ámbito verbal, conocemos algunos otros lenguajes creados por el ser humano, como, por ejemplo, los del pañuelo y el abanico –con los que las ardorosas, pero recatadas, damas expresaban a sus admiradores sus sentimientos–, el silbo gomero, la lengua de signos, el Morse, el Braille, hasta llegar, entre otros, a los emoticonos, tan empleados hoy en lo digital.
En el lenguaje usual humano, se producen una serie de manifestaciones extraverbales, como, por ejemplo, las actividades paralingüísticas (constituidas por las modificaciones que sufre la palabra y que refuerzan o contradicen el mensaje lingüístico bien simultáneamente o alternando con ella), como la risa o la tos, que no son verbales, sino vocales. Los gestos son otra herramienta para comunicarse. Lo gestual sirve unas veces para reforzar el lenguaje verbal y otras, para proporcionar claves relacionadas con el significado global y básico de un 'decir'. Pero atención a la polisemia gestual, porque no siempre los gestos tienen el mismo significado (el cabeceo, de arriba hacia abajo, en la mayoría de los países significa sí, mientras que en Grecia y Bulgaria quiere decir no).
Aunque sea el lenguaje verbal el más usado en la interacción humana, sin embargo, además del 'verbum', existe el cuerpo. La tiranía del logos, por influencias griegas y cristianas, comparte espacios con otros elementos. Por ejemplo, si alguien no caradura dice una mentira, el rostro se sonroja; el canal ocular tiene una importancia capital para transmitir actitudes y sentimientos; la quiromancia, usa las manos como adivinación y tantas otras manifestaciones. Hasta el silencio 'habla', y mucho...
Por ello, el aserto 'In principio erat verbum', si lo despojamos del aura religiosa, semióticamente no es muy acertado, porque podemos 'hablar' sin palabras (o acompañándolas) para comunicarnos.
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