Es un lugar común. Se suele decir que a un ayuntamiento le va mejor cuando comparte color político con la administración autonómica y, también, con ... la nacional.
Lo que debería ser una aberración, pero tampoco nos hemos caído de un guindo. Verbigracia, lo de Magdalena Álvarez y Málaga.
Hoy leemos que el Ayuntamiento de Granada le pide a la Junta de Andalucía un nuevo centro de salud y ayer era el gobierno autonómico quien le pedía al consistorio que ejecutara no sé qué partidas mientras que los munícipes acusaban a los autonómicos de ponerles trabas burocráticas y estos a su vez… Y así hasta el infinito. Vamos, que si su ayuntamiento es del PP tiene posibilidades de que llegue el metro, pero si no…
Motril está que trina, lógicamente, con lo de sus playas, y se plantea emprender acciones legales contra el Gobierno de Pedro Sánchez por su inacción con los ansiados espigones. Tienen razón la alcaldesa Luisa García Chamorro y los empresarios de la zona cuando ponen el grito en el cielo y exigen que «se deje de tirar dinero al mar» con trasvases de arena condenados al fracaso.
Como el desastre continuo de las playas motrileñas es histórico y recurrente, tiro de hemeroteca para ver si había tanta presión al ejecutivo central cuando gobernaba el PP y me encuentro con la siguiente noticia: «El PSOE urge al gobierno de Rajoy la construcción de espigones en las playas de El Pozuelo y La Rábita». ¡Foh! Como se hace tarde y ya me están pidiendo este texto desde redacción, dejo aparcada mi exhaustiva investigación periodística sobre quién le pide qué a quiénes, cómo y por qué. Pero queda la sensación de desazón.
Por eso es tan importante que el alcalde de Granada siga siendo reivindicativo con el tema de Aesia, aunque le den toques desde Madrid pidiéndole que modere su tono. Como es lógico, ya no hay tanto ruido en torno a la IA, pero no puede quedar en saco roto.
Con lo que estoy alucinando es con el nuevo rumbo tomado por Cuenca respecto a la estación de tren. ¿En qué ha quedado aquella revolucionaria propuesta de llevar la estación al entorno de Hipercor, a una parcela de la Vega muerta y sin uso? ¿Ya no mola o es que viene dinerito fresco del Ministerio de Transportes? Habrá que estar atentos al anunciado cónclave del lunes, pero cada vez cuesta más trabajo entender nada en esta bendita ciudad.
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