Lo grande y lo pequeño

Y eso que son las noticias que verdaderamente nos pueden cambiar la vida. O salvárnosla. Por ejemplo, lo que ha logrado el equipo del investigador español Mariano Barbacid. Por primera vez, han conseguido eliminar por completo el cáncer de páncreas en ratones. Es un avance científico de primer orden, que abre la puerta a terapias que pueden ayudar a los enfermos con esta patología, que tiene una de las tasas de mortalidad más grande... Y el asunto apenas ha ocupado algunas líneas en los rotativos, y ha ido bien abajo en las portadas de los digitales...

Y aquí, en casa, casi lo mismo con la mejor noticia con la que me he topado en las últimas semanas. El equipo de Neumología del Hospital de Poniente de El Ejido ya tiene en marcha un nuevo sistema capaz de detectar en apenas media hora.

Se llama EBUS y, básicamente, es un tubo milimétrico que se introduce por la tráquea, dotado con una cámara y con una pinza capaz de tomar muestras de manera instantánea de los tejidos sospechosos de tener lesión. Lo novedoso frente a una broncoscopia es que el EBUS es capaz de hacer ecografías, detectando lesiones más profundas o en lugares más aislados, donde los otros sistemas no llegan. El equipo que dirige el doctor Joaquín Vizcaíno va a utilizar, además, una técnica radial, pionera en Andalucía.

La técnica no es invasiva, el paciente puede recibir el alta en dos o tres horas y las molestias o posibles secuelas se reducen al mínimo.

Pero lo más importante de todo es que el EBUS permite estadificar, clasificar en el mismo momento de hacer la prueba, el tipo de lesión. Es decir, que no solamente se sabe si hay cáncer o no, sino también «ponerle el apellido», como ha explicado el propio doctor Vizcaíno, especificando su gravedad, y con ello, el posible tratamiento que de inmediato se puede aplicar al paciente; cirugía, quimioterapia, radio...

El equipo de este hospital público ya detectó el año pasado 82 cánceres de pulmón. Esperan ahora llegar a 120 ó 130 pacientes anuales.

Eso, en un servicio que atiende al año a más de 10.000 personas, porque las enfermedades respiratorias son de las que más colapsan la atención primaria y llegan a los hospitales.

Particularmente, espero no tener que ir jamás al Hospital de Poniente, pero me alegra saber que no tengo que irme fuera de Almería para recibir este o aquel tratamiento. Que hay profesionales allí y en Torrecárdenas, y en Huércal Overa, y en los centros de salud, capaces de dar lo mejor de sí mismos con profesionalidad y talento. Silenciosamente, con muchos menos euros de los que deberían. Definitivamente, lo grande a veces pasa desapercibido.