Granada, ¿sede de la agencia estatal de salud pública?

Granada ofrece además varios elementos claves para ser sede de la Agencia Estatal de Salud Pública. Cuenta con un Parque Tecnológico especializado en Salud y Tecnología Biosanitaria, referencia en la materia y en continua expansión; la Universidad de Granada está en los primeros puestos del ranking internacional gracias a su labor investigadora y docente en salud e inteligencia artificial, con diversas facultades relacionadas con salud; la primera unidad docente de medicina familiar y comunitaria de España se tuvo en el centro de salud de Cartuja o que es la ciudad de la Escuela Andaluza de Salud Pública que en muchos de sus 37 años de existencia ha sido referencia nacional e internacional en docencia, investigación, gestión, asesoría y cooperación internacional en Salud Pública, siendo centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud. Estoy convencido que otras ciudades en otras CCAA podrían ser su sede.

Una de las buenas noticias que tuvimos al hacerse pública su creación fue el hecho de que sería en forma de agencia. En la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Parlamento se recogieron recomendaciones para articular una sanidad y salud públicas que respondieran a los retos presentes y futuros del covid-19 y su impacto. En medios científicos y profesionales había coincidencia sobre la necesidad de una Agencia de Salud Pública independiente que aunara las capacidades científico-técnicas disponibles y las pusiera al servicio de la sociedad. El tema no es nuevo, pues ya se diseñó en el anteproyecto de la ley general de salud pública, pero la agencia quedó desdibujada en la ley de 2011 y durante estos años no se ha cumplido lo dispuesto en la misma.

Se trata de que la agencia se configure como un organismo en red que sea capaz de aportar las directrices técnicas y científicas con celeridad y que tenga flexibilidad para incorporar la mejor inteligencia colectiva disponible. La agencia debería saber qué hay que hacer y quién lo tiene que hacer y tanto profesionales expertos como instituciones serían colaboradores acreditados. La clave está en articular una forma de gobierno que permita la participación de las diferentes administraciones en la elección de sus órganos de dirección y una rendición de cuentas periódica, con una dotación adecuada de recursos, que permita afrontar los desafíos de la salud pública del presente y del futuro en España.

Para ello, las funciones de esta futura institución deben abordar, además de las necesidades habituales de organización de la salud pública, la conexión de estas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, coordinando una estrategia estatal que integre distintos actores de salud y desarrollando una estrategia de comunicación en salud pública innovadora, entre otros aspectos, como una red de redes.

Hoy por hoy, el sistema de salud pública requiere de una financiación adecuada ante los recortes de los últimos diez años.

Cono muy bien define el artículo publicado en Gaceta Sanitaria por un grupo de trabajo de SESPAS, es necesario constituir un modelo de provisión de servicios en salud preventivo y salutogénico, con un sistema de gobernanza que priorice en la agenda pública la salud de las personas, en comunidades sanas y dentro de un mundo sano.

Resultaría imprescindible que la Agencia se dotara de mecanismos de buen gobierno y que fuera capaz de tener un funcionamiento sinérgico con los organismos como la Unión Europea o la Organización Mundial de la Salud, intersectorial con otras áreas e instituciones estatales, y cooperativo, solidario y coordinado con las CCAA y las entidades locales, como un centro en red, constituido por un nodo central coordinador, nodos autonómicos (centros u órganos de salud pública de las administraciones autonómicas y locales) y nodos temáticos (entidades científicas excelentes, universidades, centros técnicos, etc.), garantizando la participación de las administraciones locales y autonómicas y de centros académicos y de excelencia científica en el área de la salud pública, mediante acuerdos para formar parte de una red de centros colaboradores, bajo los principios de buena gobernanza.

La asociación entre transparencia en los nombramientos y actuaciones, capacidad científica y comunicación de calidad otorgará legitimidad, prestigio y credibilidad a la agencia de salud pública para liderar la innovación futura en políticas de salud. La credibilidad, la legitimidad, el liderazgo y el prestigio de la futura agencia dependerá de su capacidad de guardar coherencia con sus valores científicos y éticos.

Granada puede ser su futura sede. Para ello, la EASP necesita un cambio importante para acercarse a modelos de trabajo en red, que permitan una visión amplia de la salud pública (necesaria la mejora en su visión y gestión por parte de la Consejería de Salud y Consumo) y que ayude a conformar un nuevo modelo de gestión de la salud pública, siendo sus ejes temáticos, la vigilancia y sistemas de información en salud; el soporte y desarrollo de políticas y actuaciones y la evaluación de políticas.

Ser Granada sede de la Agencia Estatal de Salud Pública, ayudaría sin duda a que la EASP pudiera volver a ser lo que fue y Granada volviera a brillar en un campo que nunca debería haber perdido, #GranadaSalud.