Alguien tuvo el detalle de endosarme 'Política para adultos' de Mariano Rajoy, un libro que arropé en mi mesita de noche por si alguna madrugada ... me atacaba el insomnio. Y así ocurrió, pero erré en mis apreciaciones, porque lo que parecía un inductor natural del sueño me despertó el interés.
En la parte final del libro, Rajoy habla sobre sus tratos institucionales con un mundo que conozco bien por motivos familiares, el japonés. Y cuenta Rajoy que en 2013 se fue al Imperio del Sol Naciente de visita oficial, siendo su primera reunión con un grupo de empresarios e inversores japoneses. Allí se le acercó el presidente de Mitsubishi, una empresa damnificada por el recorte a las renovables que hizo el Gobierno del PP. El empresario nipón le sacó el tema por no sacar la katana, y Mariano ejerció de Mariano, así que la cosa no pasó a mayores.
La segunda reunión fue con un grupo selecto de la sociedad nipona donde, mira tú por dónde, allí estaba el presidente de Mitsubishi, que lo volvió a abordar para hablarle de lo suyo. Y la tercera y última, al día siguiente, cuando el primer ministro Shinzo Abe le ofreció una cena en su residencia y, oh sorpresa, allí se encontraba de nuevo el de Mitsubishi dispuesto a desahogarse.
Querido lector, se ha cumplido el segundo aniversario de la llegada de la Covid-19 a nuestras vidas, y te seré sincero, si oigo una vez más la palabra coronavirus me iré a Urgencias a ingresarme por empacho.
Dos años después, Granada parece un gigantesco quirófano con tantas mascarillas, como si se tratara de batir un récord Guiness de cirujanos por la calle. Pero a esta bicha (en este caso bicho) no se la ahuyenta mentándola, necesitamos un activo japonés como el de Rajoy que la intimide. Y ya puestos, que de paso defienda en Europa los fondos PAC de nuestros agricultores, haga guardia en las puertas de Fomento o entre vestido de Robocop en el Ministerio de Ciencia para despertar con-ciencias que se inclinen por Granada como sede de la Inteligencia Artificial española.
«El amor es la respuesta», cantaba John Lennon en una de sus inspiradas melodías. Pero la respuesta de Mariano es mejor aún: contratar a un japonés como el de Mitsubishi para que defienda Granada a capa y katana. Éxito garantizado.
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