Gracias 'Joseles'

Y es que, el pasado sábado, seis compañeros y una muy particular 'vedette' hicieron frente a su miedo escénico y organizaron la que, seguramente, es una de las mayores y mejores sorpresas que 'Joseles' ha recibido en toda su vida. Para ello, citaron una por una y en secreto a las más de 100 personas que han estado, de un modo u otro, más cerca de él durante todos estos años, tanto en su círculo privado como por su trabajo de electricista del Ayuntamiento y técnico de La Merced. Todo el mundo fue puntual a la cita en el teatro, casi llenando el patio de butacas; y todo perfectamente orquestado, comenzando por el silencio y la oscuridad de la sala, solo rota por la tenue luz roja de unos focos colocados a ras de suelo.

'Joseles' llegó, citado con la excusa de preparar la función del día siguiente, a cargo de Els Joglars. Entró en el hall del teatro con su llave, como lleva haciendo más de 30 años, cruzó unas palabras con quien allí le esperaba y, al retirar las cortinas que dan entrada al patio de butacas… recibió el más largo, cálido y merecido aplauso que cualquier estrella puede recibir en un teatro.

Al lógico desconcierto inicial, parado en la misma entrada y helado por la sorpresa, siguió el dibujo en su rostro de una sonrisa plena, de esas inolvidables, indelebles porque siempre quedarán en el recuerdo de quienes allí estuvimos y, por supuesto, de él mismo. Igual que lo que vino después. Tras cruzar el pasillo saludando a izquierda y derecha como si de un cantante de Operación Triunfo se tratara, y finalmente abrazar muy emocionado a su mujer y a sus hijos, y también al propio alcalde, Antonio José Rodríguez, que le esperaban en primera fila, todos y todas nos sentamos y comenzó el espectáculo.

Primero con un vídeo en el que se repasó la vida de 'Joseles' a través de las fotos entresacadas de su álbum familiar y amistoso. Instantáneas preñadas de simpatía y bondad, reveladas sin trampa ni cartón independientemente de la edad en que se tomaran, merced a esa sonrisa inconfundible y a esos ojos transparentes e inundados de verdad.

A continuación, apareció sobre el escenario el gran José Luis Escudero para introducirse en la piel de una 'vedette' del Mouline Rouge -como transmutado en Norma Duval o, más bien, en Lina Morgan- para cantar el conocido tema de revista 'Gracias por venir'. Comenzó en el proscenio, con el telón bajado, para dejar paso en la segunda parte de la coreografía a sus otros cinco acompañantes, José Ángel Guerrero, Juan Francisco García, David Plaza, Óscar Sánchez, José Romero y el propio Mario Olivares, director del FIT. Todos ellos ataviados con boas de plumas de vivos colores y sombreros a juego, y con los rostros vistosamente maquillados: labios rojos y brilli-brilli por doquier. Maquillaje que también lució el propio alcalde para subirse al escenario y dedicar unas palabras al homenajeado; y para hacerle entrega de una placa con la imagen de la puerta del hall del Teatro de la Merced. La que ha abierto y cerrado tantas y tantas veces a lo largo de su vida profesional.

Fue el momento en el que Joseles pisó por primera vez las tablas como protagonista del espectáculo, acompañado por un extraordinario elenco compuesto por toda su familia. Entre quienes se encontraba, como no, María, su mujer -siempre discreta-, y sus hijos, a los que puso voz Josema ante el micrófono. Haciendo gala del buen humor y de las divertidas ocurrencias de su padre. Un hombre bueno. Así que, Joseles, «agradecidos y emocionados, solamente podemos decir: ¡gracias por estar!».