Gracias Jakub
Huesos de Aceituna ·
«Soy homosexual y ya no quiero esconderme», y «quiero vivir mi vida en libertad, sin miedos, sin prejuicios, sin violencia, pero con amor».José Luis González
Sábado, 18 de febrero 2023, 11:02
Esta semana hemos sido testigos de uno de esos hechos extraordinarios que bien podrían calificarse como decisivos para un cambio de rumbo en ciertos aspectos ... de la vida social; convertirse en tendencia y ofrecernos un futuro mejor, más libre y exento de prejuicios. Se trata –ya lo habrán adivinado- de la confesión de su homosexualidad de Jakub Jankto, futbolista internacional checo de 27 años y, por lo tanto, en el mejor momento de su carrera deportiva. Se ha explicado en un vídeo que ha subido a sus redes sociales, diciendo «soy homosexual y ya no quiero esconderme», y «quiero vivir mi vida en libertad, sin miedos, sin prejuicios, sin violencia, pero con amor». Ni más ni menos.
La importancia de esta declaración radica en que se trata de un futbolista –con contrato en el Getafe pero que ahora se encuentra cedido en el Sparta de Praga– que ha jugado 155 partidos en la Serie A italiana y 15 en La Liga española, y que acumula 45 internacionalidades con la selección de su país. Por lo tanto, es el jugador de más alto nivel internacional que ha salido del armario. Además, es el primer futbolista con pasado y presente en La Liga que declara abiertamente ser homosexual. Lo que confirma algo que resulta evidente a ojos de cualquier persona con dos dedos de frente: se puede ser gay y jugar al fútbol o realizar cualquier actividad presuntamente masculina igual o mejor que cualquier 'machito' que se precie.
Tras hacerse virales el propio mensaje y las noticias que lo trataban, las respuestas de ánimo y apoyo al jugador también protagonizaron la actividad de las redes sociales. La Juventus de Turín fue el primer club de fútbol en mostrar su apoyo al futbolista, acentuado con un corazón y un arcoíris. Como no podría haber sido de otro modo, unos minutos después, el Getafe también dio su apoyo al jugador checo con este mensaje: «Nuestro máximo respeto y apoyo incondicional a nuestro futbolista». Y la FIFA, subrayando la hipocresía con la que se condujo en el mundial de Qatar, no desaprovechó la ocasión de subirse a este carro declarando que «estamos todos contigo Jakub. El fútbol es para todos», seguidas también estas palabras de un arcoíris y un corazón.
Para más datos, también tengo que referir la condición de divorciado de Jakub Jankto desde el año 2021. Como tantos y tantas homosexuales en el pasado –por fortuna, muchos y muchas menos en el presente y espero que ninguno y ninguna en el futuro- este chico se vio abocado a un matrimonio heterosexual del que incluso tuvo un hijo, que ahora ha cumplido tres años. Aun así, debió tener muy buen ojo a juzgar por la reacción de su exmujer, que ha estado a la altura del gesto de Jakub. Y es que el portal checo Idnes ha publicado unas declaraciones de Markéta Ottomanska –así se llama– en las que afirma estar «muy orgullosa de que [Jakub] haya sido capaz de reunir la fuerza para hacerlo público. Él tenía miedo de que la gente no le aceptara como es y estaba estresado por ello. Creo que la gente le querrá tanto como ahora». Al parecer, Markéta fue una de las primeras personas con las que el futbolista salió del armario y, además, fue durante mucho tiempo el principal apoyo del jugador checo. Chapó también por ella.
Ahora bien, no sé si recuerdan el caso del jugador inglés Justin Fashanu, el primer futbolista que rompió los tabúes y salió del armario. Antes, su carrera fue meteórica: a los 17 años ya era el delantero estrella del Norwich City y en 1981, al ser transferido al Nottingham Forest, se convirtió en el primer jugador de fútbol negro por el que se pagó un millón de libras. En 1990, Fashanu no pudo más e hizo pública su orientación sexual, una decisión que truncó su carrera y el resto de su corta vida. Harto de sufrir, se la quitó con 37 años, dejando una nota que decía: «Me he dado cuenta de que he sido declarado culpable. No quiero dar más preocupaciones a mi familia y a mis amigos. Espero que el Jesús que amo me dé la bienvenida; al final en él encontraré la paz que nunca tuve».
Ya me conocen, soy un optimista empedernido. Estoy seguro de que Jakub Jankto no acabará de ese modo. Pero que nadie piense que sin gestos como el suyo es posible avanzar en esta selva infestada de cocodrilos e inundada de sus lágrimas. Bien lo saben otros futbolistas de primer nivel, que todos y todas conocemos y que jamás se atreverían a semejante atrevimiento. Por ello, gracias Jakub.
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