Si gobernara Rajoy
El presidente del Gobierno se niega a someterse a las sesiones de control del Congreso alegando su confinamiento que rompe para asistir a los Consejos de Ministros o a una fábrica de respiradores
Curri Valenzuela
Martes, 7 de abril 2020, 03:30
Mariano Rajoy no lo dice ni nunca lo dirá, pero es seguro que estos días bendice por primera vez la suerte del destino que le ... apeó de la presidencia del Gobierno aquel 28 de mayo de 2018 cuando perdió la moción de censura que presentó contra él Pedro Sánchez. Porque no solo se ha ahorrado la gestión de la pandemia del coronavirus y el consiguiente plan para sacar de la recesión a la economía española; es que de haber permanecido en La Moncloa tendría que aguantar que quienes hoy dirigen este país, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, seguro que le estarían acusando en público de ser un pésimo gobernante y, muy probablemente, de ser además el responsable de la muerte de 13.000 personas.
Para efectuar esta afirmación sólo hay que recurrir a la hemeroteca y cotejar lo que Sánchez e Iglesias afirmaron en 2014, cuando una enfermera madrileña se contagió de la pandemia mundial de entonces, el ébola, al atender a uno de los dos misioneros españoles que fueron repatriados, y enfermos, desde África. A los pocos días, el entonces líder de la oposición fue tajante: «Asistimos –dijo– al espectáculo lamentable del desgobierno por parte del señor Rajoy», le exigió «la comparecencia obligatoria y urgente en el Congreso de los Diputados para calmar y dar información a los ciudadanos españoles». Rajoy compareció en el Congreso y el ministerio de Sanidad informó día a día de que no había más casos de ébola, como no hubo, por boca de su portavoz, el mismo Fernando Simón que ha venido desempeñando la misma labor con el tema del coronavirus. Pero Sánchez no amainó sus críticas. Llegó a reunirse con sindicatos sanitarios ante los que se quejó del «desgobierno» que estábamos soportando los españoles. Pablo Iglesias, por su parte, aseguró: «El caso del ébola es una muestra del coste que tienen los recortes y de la incompetencia del Gobierno. Hay responsables, que den la cara».
Hoy, el presidente del Gobierno se niega a someterse a las sesiones de control del Congreso alegando su confinamiento que rompe para asistir a los Consejos de Ministros o a una fábrica de respiradores; solo por el plantón de un buen número de periódicos (entre ellos este) ha renunciado a celebrar ruedas de prensa sin que los periodistas formulen las preguntas en directo, él, que tanto se quejó del «plasma de Rajoy».
Y sigue reclamando el apoyo de la oposición y la unidad de todos cada vez que se dirige al país como si no sospecháramos que de intercambiarse los papeles él estaría criminalizando a Rajoy y esté defendiéndose de sus falsas acusaciones.
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