Carta abierta al presidente del Gobierno

A través de estas líneas quiero agradecerle, en nombre del tejido empresarial de Granada, esa decisión.  

La misma permitirá a la sociedad granadina, a sus empresarios, mostrar hasta qué punto estamos capacitados para que nuestra tierra sea sede de todo tipo de acontecimientos, de cualquier tamaño y trascendencia; que nuestros profesionales y empresas del ámbito del transporte, la hotelería, la restauración, la organización de eventos, el comercio o los servicios, están a la altura de los de cualquier capital europea; que nuestros ciudadanos están siempre dispuestos a recibir con hospitalidad y cariño a quienes nos visitan.  

De la misma manera, somos conscientes de hasta qué punto la presencia en Granada de los presidentes y primeros ministros de todos los Estados de Europa, de sus acompañantes y sus delegaciones, supone una inyección económica muy importante para la economía de la provincia.  

Y finalmente, también valoramos la indudable repercusión que para Granada como destino turístico, pero también empresarial, supone que los medios de comunicación de toda Europa hablen de Granada, muestren Granada —nuestra universidad, nuestro incuestionable liderazgo en IA, nuestro protagonismo en investigación biosanitaria, en la gran industria de la ciencia, en cultura— y subrayen así lo que para nosotros es una evidencia: Granada es una de las grandes ciudades de Europa.  

Lamentablemente, presidente, los invitados del Reino de España durante esta cumbre llegarán a Granada por unos medios que, sencillamente, no están al alcance del resto de ciudadanos europeos.  

A pesar de ser una de las mejores ciudades de Europa, uno de los principales destinos turísticos para millones de sus ciudadanos, Granada sufre un déficit de conexiones crónico que durante décadas ningún gobierno de España ha sido capaz de resolver.  

En el momento de escribirle esta carta, un ciudadano europeo que quisiera venir a Granada para conocer aquello que va a ver en la televisión o los periódicos de su país, necesitaría invertir casi un día para llegar; no podría venir en avión, salvo que viajara desde París o Londres (y en este caso sólo hasta noviembre); si viniera desde Madrid tendría difícil el regreso porque no disponemos de vuelos a primera hora que enlacen en la capital de España con cualquier otra ciudad europea; y si intentara hacerlo en tren se encontraría con un AVE con sólo tres frecuencias desde Madrid y que tarda, en el mejor de los casos, tres horas y media; casi lo mismo que un coche.  

Como puede comprender, señor presidente, la Granada de la que todos estamos tan orgullosos, se enfrenta a un panorama absolutamente desalentador.  Porque Granada está preparada para recibir a todos esos ciudadanos europeos a los que hemos mostrado lo mejor de nosotros… pero los ciudadanos europeos no pueden llegar a Granada. 

Por eso, y aprovechando su presencia en nuestra ciudad, le hago llegar esta carta abierta. Granada necesita que el gobierno de España crea en ella, no sólo que presuma de ella.

El ninguneo histórico al que ha sido sometida esta tierra por los distintos gobiernos de España no lo resuelve, por importante y maravillosa que sea —por de agradecer que sea—, una foto en la Alhambra.