El otro contenido sensible

Automáticamente se hizo viral. Unos que sí Amaral estaba muy vieja, otros criticaban directamente la forma de sus pechos, en otra parte decían que llegaba tarde con su acto, que eso ya se hizo hace chorricientos años. Y sobre todo que enseñar las tetas es muy obsceno y salvaje. Esto lo comentaban en especial aquellas corrientes que no encajaban bien con estos golpes feministas, algunas de ellas mujeres. Parecía que a Amaral se le había ido la cabeza. Lo que está claro es que nadie pide/exige a las mujeres que hagan un bautismo de fuego hacia el feminismo y la reivindicación de su figura a través de un topless. Ni otras mujeres ni el propio feminismo reclama eso como estándar. De eso ya se encarga la sororidad, que según el diccionario es «la solidaridad entre mujeres, especialmente ante situaciones de discriminación sexual y actitudes y comportamientos machista», como lo es humillar, degradar, cosificar y mercantilizar con la figura de la mujer entre otros. Así que, cuando Amaral enseñó sus pechos en un escenario, envió un mensaje a la sociedad, al sistema patriarcal, al feminismo y a las mujeres: en mi cuerpo mando yo. La solidaridad entre mujeres es vital para que la corriente que las defiende, el feminismo, se retroalimente. La mujer debe apoyar a la mujer en estos casos. Debe entender y reflexionar. Feminismo es hacer como hizo Amaral, sí, pero hay mucho más. Es no permitir que un hombre o sistema patriarcal oprima, humille y haga sentir mal a una mujer en base a unos privilegios concedidos al hombre, es denunciar públicamente o en redes que hasta el mes de agosto de 2023 hay 28 mujeres asesinadas por violencia de género. Por tanto, cada una lo vive a su manera, ya que todas deben protegerse, así que, aceptar ese consenso es la base del triunfo del movimiento, de lo contrario, se persigue la propia figura femenina y el poder que cada una posee.

Irónicamente, salvo la plataforma Twitter, (ahora llamada X) en redes sociales han censurado los pezones de Amaral, supuestamente porque incitan y promueven libertinaje, pero claro, los videos que circulan por las redes sociales, independientemente del contexto, de violencia en atentados, guerras, fábricas de sacrificio de animales para producción de carne en muchas ocasiones solo tienen un filtro de 'contenido sensible' que se evade con un click. El problema está en encajar una teta como contenido censurable y perseguible py XXXX un acto de sangre como contenido sensible con opción a visionado.

Está la excusa de que los pezones no deberían verlos niños, por esa falsa moral que confunde sexo con sexualidad. Esos padres dolientes que practican la cultura de la censura con sus niños. No solo es fácil ver contenido violento en redes, llega la hora del telediario y la facilidad para ver la violencia explícita con los ejemplos antes comentados se hace presente, haciéndonos un nudo en la garganta a toda la familia, pequeños incluidos. En el colegio tratando valores y en la televisión enseñándote que algunos adultos se han llevado muy en serio eso de no tener valor en nada.

Desde que comenzó la guerra de Rusia y Ucrania se han visto más tiros, bombas, proyectiles de tanque, muertos y heridos que pezones y no veo ningún escándalo por la visceralidad de las imágenes.

Puestos a naturalizar, debe ser antes nuestro propio cuerpo y sexualidad, liberándose de la cosificación a la que se ve sometido, que la violencia libre y gratuita.

En conclusión, la mujer decide la expresión de la reivindicación de su cuerpo y ser y las demás, deben entenderlo y apoyarse mutuamente, que la información delicada está más cerca que nunca y no precisamente viene de las tetas.