Festejos en Feria

Para empezar, podíamos incluir en el programa de festejos eso tan repetitivo de que algo pasa con el AVE. O mejor, no pasa. La historia se repite y las obras se paralizan. Desde que empezó a hablarse de la Alta Velocidad tanto en España como en Andalucía y en Almería hemos tenido gobierno de todos los colores. Pues seguimos y seguiremos, igual, a la espera y con unos y otros denunciado a los demás sin caer en la cuenta que ya lo tendríamos de haber ido juntos a por ello. Mientras los políticos provinciales no abandonen la sumisión a sus líderes autonómicos y nacionales seguiremos estando a la cola en todo lo que nos propongan y tendremos que pedir turno para exponer nuestras preocupaciones. Parece que todavía no ha nacido ese líder provincial al que le importe de verdad el futuro de Almería y deje de quejarse de lo que no han hecho los demás para empezar a hacer lo que los suyos de fuera frenan continuamente. Averiguar cuándo salió la primera noticia sobre la construcción del AVE, cuantas veces se han retrasado las obras, quienes gobernaban y quienes engañaban a los almerienses podría servir de entretenimiento y, ya de paso, ir desgranando todas las demás obras, decisiones y adelantos que presidentes, ministros, secretarios de Estado y, muy especialmente, candidatos a cargo con sueldo parecían haber comprometido con los almerienses y Almería misma. Una promesa electoral debería ser un contrato a todos los efectos y con cláusula de embargo automático. Quizá de esa manera habría menos 'bocachanlas' en esto de la política.

Parece que con poner los 'cacharricos' en el Recinto Ferial es suficiente, como parece suficiente abrir una playa para perros diciendo que está abierta, pero sin una mínima infraestructura que facilite la estancia en la misma no solo a los canes, sino a sus dueños. Es como si alguien abriera en el salón de su casa un espacio para concejales y el lugar elegido fuera junto a la ventana que da a los contenedores, con el ventanal abierto de par en par a la hora del aperitivo. Dudo que tuviera éxito y aquello fuera un ir y venir continuo de ediles. Bueno, en siete días buscaré en el cajón donde se guardan los festejos una nueva propuesta con la que entretenerse.