Yo también hablo andaluz
Fernando Quirantes
Viernes, 28 de febrero 2025, 22:57
Es una pena que los expertos lingüistas andaluces no lleguen a interesarse por construir una gramática del habla andaluza y constituirla en lenguaje, estableciendo códigos ... gramaticales. Estos ilustres personajes no abordan desde sus cátedras los temas escabrosos de iniciar los trabajos, para registrar nuestro lenguaje andaluz. No estiman la tierra a la que dicen pertenecer, ni contribuyen a despertar a Andalucía.
Sin embargo, muchos de los profesores del Conservatorio de Granada Victoria Eugenia iniciaron las indagaciones sobre plasmar en una partitura los 'quejidos' emitidos por el cante jondo/flamenco y andaluz. Ardua y difícil tarea, porque estos 'suspiros' encadenados son fracciones de semitonos musicales que el oído humano no puede distinguirlos limpiamente. La ayuda de la inteligencia artificial premiará algún día su valentía.
Son muchos los giros, frases y palabras de Andalucía que están siendo robadas del habla andaluza y absorbidas por los hablantes de todo el planeta. Hay varias razones que lo justifican y que son cualidades específicas de nuestra habla andaluza:
Nuestra habla andaluza sigue la ley de la 'Economía de Conrad', quien defiende que todos los sistemas tienden a establecerse con las mínimas expresiones. En nuestro caso, la lengua andaluza intenta emitir sus comunicados inteligibles, acortando palabras o letras, para reducir el esfuerzo: «trae pacá el libro». No es necesario decir: «tráeme para acá el libro».
Pero no por ello se pierde la eficacia de la comunicación del mensaje, antes bien, lo hace más ágil, sin sacrificar la propiedad lingüística. Esta es otra característica que Gracián acuñó como: «Lo bueno si breve, dos veces bueno».
Sin embargo, el habla andaluza no admite el seseo y el ceceo en su comunicación, porque ambas incorrecciones no comprimen el habla, pero sí crean confusiones.
Sabemos que el lenguaje define el pensamiento de las personas y de ahí nace el empeño que tienen los separatistas de desmembrar su parcela del catalán y del euskera del español, porque es una forma de influir en las personas a las que dominar.
Andalucía es tan grandemente altruista y cuidadosa de valores, que nunca ha deseado utilizar su historia ni su rica y graciosa habla, para desprestigiar y dominar a los demás. Andalucía se recrea en su habla para provocar la risa tan falta en nuestra sociedad, para describir situaciones concretas que establecen lazos de amistad.
Políticos y comunicadores se recrean en pronunciar palabras andaluzas (omitimos sus nombres por discreción, aunque sus declaraciones están documentadas):
«Etoo e jun bulo» (Esto es un bulo), emitida por los medios de comunicación.
«Reventao» (Reventado); 'Rey Mago' de Madrid entrevistado por C. Alsina, 6/1/2O25, 8.08h.
«Denuncias que van 'pa lante'» (Den… para adelante), ante C. Alsina, 24/1/2025, 20.30h. «Me volví asustao» (Me volví asustado) en programa del Pablo Motos, 27-1-2025 a 22.27h. «Como dicen algunos debe de ir 'pa lante'», periodista, con C. Herrera, 28-1-2025, a 8.50h.
«Eleuro» (El euro), un periodista se jacta de constreñir el lenguaje, para parecerse al andaluz.
Los giros lingüísticos no contemplados en la estilística literaria, enriquecen nuestra lengua andaluza, al denotar emociones y situaciones singulares como: «Mi amigo se ha echao un puñaillo novia», o «Toy un poco embarazada». Pero son la reducción de letras, sobre todo en sus terminaciones, las que dan más carácter a nuestra habla, sin dañar su comprensión, sino para darle fluidez, cacofonía, armonía y economía. «Ven pa cá mi arma, que tie muncha mala follá y no ere güeno».
Nuestro poeta universal y premio Nobel, Juan Ramón Jiménez, se adelantó a nuestro tiempo y a esta labor de llevar el habla andaluza hacia la sencillez, haciéndola fluida, al expresar «yerba» por hierba. Estas argucias son licencias literarias del habla andaluza que se permiten, quienes tienen autoridad lingüística para ello, adaptando y simplificando la ortografía, para saciar el mimetismo con la oralidad. Las afirmaciones del poeta lo confirman: «Se me pide que esplique por qué escribo yo con jota las palabras en 'ge', 'gi'; por qué suprimo las 'b', las 'p', etc., en palabras como 'oscuro', 'setiembre', etc., por qué uso 's' en vez de 'x' en palabras como 'excelentísimo', etc. Primero, por amor a la sencillez, a la simplificación en este caso, por odio a lo inútil. Luego, porque creo que se debe escribir como se habla, y no hablar, en ningún caso, como se escribe».
Las redes sociales a nivel mundial ya están copiando la estructura del habla andaluza, simplificando las palabras, pero con el peligro de convertirse en un jeroglífico o revocando el lenguaje ancestral e inmaduro de nuestros antepasados con expresiones de 'xq', 'por qué'.
¡Algún día todas las lenguas copiarán del habla andaluz, de sus playas, sus productos tropicales, su nieve, sus valores, su historia y su gracia. Andalucía será universal, como lo es la Alhambra, 'mi arma' de Sevilla o la 'malafollá' de Granada! Por todo ello,
HABLA BIEN, HABLA ANDALUZ.
¡Oh, mi Andalucía singular!
Yo quisiera como tú,
En la playa mi cuerpo solear,
Y a la vez,
En la sierra tu nieve disfrutar.
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