«Pero ¡cuánto me está dando que hacer esto! ¡Y cuántos disgustos! Uno de los enemigos del concurso es (¡quién lo hubiera pensado!) mi ex ... amigo Ángel Barrios», le escribió Manuel de Falla al musicólogo John B. Trend, de Cambridge, en 1922, después de conocer que el Ayuntamiento de Granada le había concedido las 12.000 pesetas de subvención solicitadas para organizar el Concurso de Cante Jondo de Granada.
Yo no sé en qué momento de sus paseos por París, los dos amigos, Ángel Barrios y Manuel de Falla, músicos y andaluces, hablaron de organizar un concurso de cante jondo. Pero sí sé que Ángel convenció a Manuel para que viajase a Granada y allí conociera en profundidad el mundo flamenco que despertaba en él un marcado interés. Ángel le reservó desde París habitación en la Pensión Alhambra, vecina de la Taberna del Polinario, en la que Antonio Barrios, 'El Polinario', era un maestro de la guitarra flamenca y animador de tertulias culturales y docencias musicales que el propio Falla valoró y reconoció.
Allí se gestó el Concurso de Cante Jondo de 1922, después de que Falla asumiera como propia la idea de Ángel Barrios de organizar un Festival de Música y Danza españolas que no eran otra cosa que música y danza flamenca. Los Barrios, padre e hijo, se sintieron desplazados al asumir Falla el protagonismo en el desarrollo de la idea que ellos habían puesto sobre la mesa y que Falla transformó según su criterio. Y como consecuencia de este desaire de Falla, se produjo una ruptura de la amistad y un prolongado distanciamiento.
Mérito de Falla fue incorporar al proyecto instituciones como el Centro Artístico y Cultural de Granada, o escritores y artistas relevantes como Lorca o Zuloaga. Y esta historia en dos fases, la primera con la participación de Antonio y Ángel Barrios y la segunda convertida en cónclave de famosos en torno al Cante Jondo, se ha contado hasta ahora tal cual y en su absoluta veracidad.
Sólo en los últimos tiempos se registran esos 'olvidos' de Granada, que funcionan como amnesias repentinas y de larga duración. Y Ángel Barrios y el Polinario desaparecen en las reseñas periodísticas, opacados por los Zuloaga, Lorca, Falla, etc. Incluso en el avance que distribuye el Festival de Granada 2022 en 'chats', 'internet', etc., para explicar su compromiso con la celebración del Centenario del Concurso de Cante Jondo, se olvidan los nombres ya citados. Algo por demás sorprendente en una publicación oficial del Festival, que debería de cuidar con esmero estos 'detalles granadinos'.
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