Si el objetivo del Foro de la Concordia y de los estudiantes antifascistas era aupar a Macarena Olona a lo más alto del 'candelabro', hay ... que darles la enhorabuena: misión cumplida. Con nota. Cum laude. Ustedes conocen bien la historia, que ha dado la vuelta a España y parte del extranjero. Fijo que si preguntan en las colas de lo de Isabel II, saben perfectamente de lo que hablamos.
El Foro de la Concordia invitó a una abogada del Estado para hablar en la Facultad de Derecho sobre la inconstitucionalidad de los estados de alarma, un tema de la mayor actualidad que copa las conversaciones en las barras de los bares. Qué casualidad, eso sí, que la susodicha sea la dimitida líder andaluza del partido ultraderechista que naufragó en las últimas elecciones autonómicas y que todavía anda buscando su lugar bajo el sol. La sesuda conferencia en cuestión solo habría concitado el interés de los expertos si no fuera porque un grupo de concienciados estudiantes decidió darle toda la publicidad posible al evento. Y hasta la imposible. De hecho, gracias a su intervención, ya es icónica la imagen de Olona vestida de negro y rodeada de policías entre una masa vociferante. Una nueva mártir en pro de las libertades fundamentales. A ver si hay suerte y el Foro de la Concordia invita próximamente a algún líder independentista, por ejemplo. Como la ultraderecha está por la libertad de expresión, le dispensará una cálida y respetuosa acogida. Está claro que ya han pasado los tiempos en que el lehendakari Ibarretxe era recibido con insultos e intentos de agresiones por gente que cantaba el 'Cara al Sol'.
Destacados socialistas también han celebrado con algarabía la actuación de los estudiantes en Derecho. «¡El fascismo fuera de las aulas!», han proclamado con orgullo. Más o menos lo mismo que los miembros del 15-M le gritaban a un tal Alfredo Pérez Rubalcaba, destacado líder del PSOE, cuando le impidieron impartir en la UGR una conferencia sobre la 'Contribución de la química a la política'. ¡Cuánta poesía antifa en el ripio 'También con Rubalcaba la poli te pegaba'!
Hoy en día es muy complicado saber quién es demócrata. Sin embargo, resulta mucho más fácil detectar a un fascista: todo el que no piense como tú. Y ya. ¿Para qué complicarse? Menos mis compadres y yo, todos fachas. Y lo mismo aplica en el otro sentido: todos rojos. Qué pena.
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