Borrar
Puerta Real

Una llamada inoportuna

Nos quieren llevar del ronzal, pero en esta historia las bestias no somos los viejos ni los jubilados

Esteban de las Heras Balbás

Sábado, 13 de abril 2024, 23:09

Comenta

Luis Rubiales, que no tiene ni para pagarse una cocacola, ha pasado unos días alojado en un hotel de la República Dominicana que cuesta mil ... euros al día. ¿Habrá un mecenas en aquel país caribeño que regala la estancia a quienes llevan ese sonoro apellido? ¿Podría tocarnos algo a quienes nacimos en mi pueblo que también se apellida Rubiales? No lo sé. Normalmente no contesto cuando en la pantalla aparece un número desconocido, pero el otro día era tan insistente la llamada que me vino la imagen del motrileño en atuendo playero y pensé que como mínimo me iban a regalar un juego de sartenes. No hubo tal cosa. Una dulce voz femenina me aburrió con una larga perorata para terminar ofreciéndome no sé qué de un botón rojo para situaciones graves. Me ofrecía una vida, si no eterna, sí suficientemente larga y aburrida como para detestar seguir viendo este panorama de saltabalates y majagranzas que crecen a rebufo de la política patria. No me sedujo la propuesta de aquella voz femenina. Asistir a la representación reiterada del mismo sainete, con mi botoncito rojo colgando del cuello, era demasiado fuerte.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Una llamada inoportuna