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Puerta Real

Aquellos veranos

Donde suenan los timbres oxidados de la infancia

Sábado, 19 de julio 2025, 23:14

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Cuando Fernando Fernán Gómez dijo que las bicicletas eran para el verano, los chicos de mi edad estábamos atrapados en las labores de la trilla ... o acarreando garrafas de agua para los segadores. Las bicicletas sólo servían para pasar la tarde de los domingos, en un afán absurdo de imitar a Federico Martín Bahamontes o a Jesús Loroño, pegados a la piel de la memoria, donde viven los belenes de musgo, serrín, y corcho, revueltos con las bicicletas herrumbrosas en las que ya no suena el timbre. No se oye el timbre, pero a veces, como ahora, se dejan ver algunos domingos, atrapadas por los recuerdos de un tiempo que no volverá nunca, como no volverán a mi pueblo ni don Valero ni la señorita Pona, que durante muchos años fueron los únicos veraneantes que llegaban hasta allí.

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