Todo lo ensucia la mentira
Huesos de Aceituna ·
Pero es que la derecha española no da abasto con las cortinas de humo. Cuando parece que ya han ocultado un pufo con Venezuela, va y les salta otro, corriendo a taparlo con ETA o los okupasJosé Luis González
Jaén
Sábado, 12 de septiembre 2020, 00:25
El 30 de julio de 2009 una bomba-lapa colocada en los bajos de un coche patrulla de la Guardia Civil hizo explosión en el ... cuartel de Palmanova (Mallorca). En el coche se encontraban los agentes Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá. Fue el último atentado mortal de ETA en España. Han pasado más de 11 años desde entonces y, en 2018, la banda terrorista hizo público un comunicado en el que declaraba su disolución. Entonces, ¿por qué motivo aún hay quienes se niegan a aceptar que, por fortuna, ETA ya no existe? Esa pregunta tiene una contestación tan evidente como inquietante: vivían mejor con ETA. El terrorismo era su as en la manga para todas las partidas. Incluso pretendieron que lo fuera para los atentados islamistas del 11-M, pero las mentiras de entonces presidente del Gobierno y del ministro del Interior quedaron a la postre tan patentes que, incluso, provocaron un inesperado vuelco electoral.
Como ocurre los últimos años con Venezuela, periódicamente, el extremo conservador patrio resucita a la banda y a sus asesinos para ocultar su inoperancia, su sed de poder o, directamente, sus tan variados como presuntos delitos. No hay más que ver cómo han reaccionado a la intervención del Presidente del Gobierno en el Senado, donde lamentaba el suicidio de un preso en una institución penitenciaria, es decir en una institución del Estado, es decir en una institución entre cuyas principales encomiendas está la protección de la integridad física de sus internos reclusos, ya lo sean por delitos menores o por los más conspicuos. Cualquier país decente, moderno y, sobre todo, democrático ha de garantizar que en sus prisiones se ofrezca un trato humano y se proteja la dignidad de las personas que allí cumplen condena. Y sus gobernantes han de avergonzarse en voz alta cuando tal normalidad no se produzca.
Es algo en mi opinión tan evidente que produce sonrojo tener que recordarlo. Sobre todo a personas que, como yo, enarbolan una ideología progresista. Cuánto nos dolió a muchas y muchos la constatación de la traición del PSOE a lo más hondo de su ideario cuando conocimos el asunto de los asesinatos de Estado ejecutados por el GAL. Es por ello que no entiendo en absoluto las críticas furibundas a Pedro Sánchez, la gran mayoría de ellas, como siempre, sustentadas en medias verdades y mentiras. Y, como siempre, vayamos a los hechos. Igor González Sola, según parece, se suicidó en su celda de la cárcel donostiarra de Martutene, donde cumplía una condena de 20 años por los delitos de colaboración con banda armada, depósito de armas y falsificación de documento oficial. Es decir, nunca se le condenó por asesinato. Además, llevó a cabo su propósito de quitarse la vida aun habiendo cumplido las tres cuartas partes de su condena el pasado mes de marzo. Tenía 47 años y es mentira que participara en el asesinato de Miguel Ángel Blanco, sencillamente porque nunca se le acusó judicialmente de ello.
Pero es que la derecha española no da abasto con las cortinas de humo. Cuando parece que ya han ocultado un pufo con Venezuela, va y les salta otro, corriendo a taparlo con ETA o los okupas. El último, como ya saben, la operación 'Kitchen', que se solapa con la 'vieja' 'Gürtel'. Ésta, cercó y condenó al gobierno Aznar, y la de más candente actualidad incluso amenaza al mismísimo Rajoy. Sí hombre, ese que dijo aquello de «no es una trama del PP, es una trama contra el PP». Pues este señor andarín, el presunto 'asturiano' para Villarejo, junto a su ministro del Interior, el muy pío Jorge Fernández Díaz, y la desaparecida Cospedal, presuntamente –joer con la palabrita– usaron tanto dinero procedente de los fondos reservados y tantas artimañas ilegales para averiguar qué sabía Bárcenas y cuáles eran los pasos de sus adversarios políticos que dejarían con la boca seca a 'Garganta Profunda'.
Eso sí, como dice mi admirado Iñaki Gabilondo, tanta es la mierda en el zapato que no saben cómo quitársela; tanta y tan prolongada en el tiempo que ya hasta nos parece parte del propio zapato al resto de los mortales ¿De verdad la mentira y los presuntos delitos de nuestros gobernantes, tanta desvergüenza política, pueden ser ya tapados con recursos tan burdos como los de ETA, Venezuela o los okupas? ¿Tan ciegos estamos?
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