El valor de los cuidados
Elena Gonzalo Jiménez
Viernes, 7 de noviembre 2025, 23:17
Como muchas personas de mi generación – soy del 57– nacidas en países ricos, yo pensaba que el mundo sólo podía avanzar mejorando la vida de ... la gente. Sin embargo, el siglo XXI ha cambiado mi percepción: una severa crisis económica, una pandemia devastadora, y la globalización de políticas que suponen un claro retroceso en «humanidad», me han devuelto la conciencia de que somos seres vulnerables; reconocer la vulnerabilidad es la primera condición para dar valor al cuidado.
«Cuidado» es un término complejo. Como actividad, comprende las acciones de atender, apoyar, acompañar o ayudar, en especial, a las personas más frágiles. Se utiliza, además, como actitud con la que deben hacerse las cosas: cuidar «con cuidado», significa hacerlo con sensibilidad, disponibilidad, empatía, preocupación, afecto y respeto por la dignidad de las personas.
Las sociedades patriarcales atribuyen a la mujer, dentro de los roles de género, las tareas del cuidado y las cualidades para cuidar, consideradas de escaso valor económico al ser entendidas como simple sostén del «trabajo productivo» asignado a los varones, despojadas de valores morales al inspirarse en sentimientos, como el cariño y la empatía, «propios de la naturaleza femenina», de la mujer-madre, y no en deberes u obligaciones.
En el universo masculino, la racionalidad, la autonomía y el dominio han destacado como valores supremos, de espaldas a la evidencia de que la vulnerabilidad y la interdependencia son consustanciales a la naturaleza humana; por tanto, los cuidados, indispensables para la vida, deben ser valorados y protegidos en el ámbito de lo público, como derecho y obligación compartida por la ciudadanía, las instituciones y los gobiernos.
Carol Gilligan, pionera de la ética del cuidado, interpreta en A different Voice la voz diferente de las mujeres, como «la voz del cuidado», al que reivindica, no como valor femenino sino como «valor humano»; tan indispensable como la justicia para sostener las sociedades democráticas. En la misma línea Victoria Camps entiende nuestro tiempo como un «tiempo de cuidados», que requiere «sociedades cuidadoras».
Inspirada en estas ideas la sección de feminismo del Ateneo inició en 2023 un ciclo permanente sobre el valor de los cuidados, en el que las próximas actividades invitarán a reflexionar sobre las políticas públicas necesarias para hacer del cuidado un pilar fundamental de nuestra sociedad. Como decía una de mis maestras enfermeras, Marie-Françoise Colliére, en Promouvoir la vie: «Para promover la vida es indispensable promover los cuidados, cuidados que inviten a la vida, cuidados desalienantes que otorguen otro sentido a la vida, desde un nacimiento sin violencia hasta una muerte elegida».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión