Vital ayuda contra el fuego
El apoyo a las zonas devastadas por los incendios será insuficiente si no se refuerzan la prevención y la coordinación frente a nuevas catástrofes
Editorial
Martes, 26 de agosto 2025, 22:32
El debate incendiario que mantienen Gobierno y oposición por los devastadores fuegos que asolan la España rural dio paso ayer a las primeras medidas de ... utilidad real en el día después. El paquete de ayudas anunciado por el Consejo de Ministros, vinculado a la declaración de zona catastrófica, es vital para empezar a reparar el colosal destrozo causado en vidas, bienes, cosechas y riqueza natural en las provincias más afectadas. Cuando todavía permanecen activos varios focos en Castilla y León, Galicia y Asturias, donde las llamas amenazan los últimos santuarios del oso pardo, el apoyo a los pueblos damnificados debe ser lo más ágil y eficiente posible para desterrar de una vez la insoportable sensación de descoordinación y desamparo causada por este desastre medioambiental.
Sería deseable que la declaración de emergencia, válida para hacer frente a los incendios forestales y los estragos de la dana, fuera el punto de partida para remangarse con dos fines: apagar con todos los recursos los coletazos de esta tragedia y sentar las bases para minimizar futuros riesgos. El cambio climático ya está aquí y de poco valdrán los repartos de fondos y las exenciones fiscales, seguramente siempre insuficientes para quien lo haya perdido todo, si no se articula una apuesta decidida por la prevención y la cooperación entre las diferentes administraciones.
Insistir en la idea del Estado fallido, en la falsa creencia de poder erosionar así al Ejecutivo de Pedro Sánchez, solo sirve para prender la mecha del extremismo, agazapado en la pugna PSOE-PP a la espera de un zarpazo electoral. Vox, en su declarado negacionismo, nunca podrá ser una solución a la crisis climática. Pero el pulso que libran Gobierno y oposición por su eventual responsabilidad puede acabar estimulando un peligroso desencanto para la democracia y sus valores. Entre ellos, la colaboración leal, solidaria y sin atisbo de cálculos políticos, más necesaria que nunca para poder resurgir de las cenizas.
Las propuestas son bienvenidas, sea el pacto de Estado que plantea Sánchez contra el cambio climático, un reto que necesita un consenso hoy muy complejo, o la batería de medidas antiincendios de Núñez Feijóo, pese a lo estéril de alguna de ellas. Lo que es inadmisible en momentos de dolor y crisis es mantener una bronca que solo intensifica el olor a chamusquina. Está por ver si los partidos han aprendido la lección en las comparecencias de ministros en el Senado o si las utilizarán para iniciar la precampaña.
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