La legislatura se desangra
La nueva trama de presunta corrupción y la dimisión del alto cargo de Lugo por las denuncias de acoso agravan un ecosistema asfixiante
Editorial
Miércoles, 10 de diciembre 2025, 23:15
La jornada política en España se saldó ayer, en lo que afecta al Gobierno y al PSOE, con la detención de la señalada como 'fontanera' ... de Ferraz, Leire Díez, y del expresidente de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) por una presunta nueva trama corrupta enlazada al 'caso Cerdán'; y con la forzosa dimisión, a la que le obligó su partido, del presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, por otro episodio de denuncias de mujeres por acoso sexual. Ambas circunstancias resultan tan preocupantes como para sacudir, por sí solas, cualquier ecosistema institucional y partidario. El problema, para él y para el país que comanda, es que ese ecosistema de convulsión se ha convertido lamentablemente en cotidiano para el presidente Pedro Sánchez. El jefe del Ejecutivo y su partido afrontan tal cadena de causas por supuestos ilícitos y otras cuitas, como el estallido del sexismo aupado en las estructuras de Moncloa y de Ferraz, que éstas ahogan una actividad gubernamental esclerotizada en este trance de la legislatura, además, por la pérdida de la inestable mayoría que facilitó el tercer mandato de Sánchez. Al presidente siempre le queda el recurso para intentar sacudirse la presión de la oposición y el descontento de sus socios, como quedó evidenciado ayer en la última sesión de control al Gobierno en el Congreso, de agitar el manido 'y tú más', la amenaza de la ultraderecha o la bonanza de unos datos macroeconómicos que pierden brillo en los bolsillos domésticos. Y es un hecho constatado, por el propio devenir de la legislatura, que Sánchez ha fiado en gran medida su supervivencia a presentarse como una víctima del ruido sostenido que generan los escándalos en torno a él, su Ejecutivo y el PSOE.
Pero todo tiene un límite y este parece cada vez más asfixiante, por mucho que el presidente siga conjurado, mientras no haya una mayoría alternativa a la que él ya no atesora, en agotar su mandato en 2027. Asfixiante para un Gobierno que puede continuar amparándose en supuestas operaciones orquestadas en su contra por la oposición de derechas y los jueces y medios a los que cree subordinados a intereses espurios. Pero que ya no tiene adónde mirar, más que internamente, ante la sucesión de denuncias de mujeres por extralimitaciones de cargos del partido que afectan al corazón mismo de los compromisos políticos del socialismo; en este caso, con la igualdad. Y mientras, la legislatura se desangra.
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