Días de zozobra
Desde el campanario de la iglesia ·
Las estadísticas nos demuestran que los votantes españoles acudimos a la última cita con la urnas altamente preocupados por nuestro futuro más inmediatotomás de la torre lendínez
Domingo, 1 de diciembre 2019, 00:05
Llega, hoy, el tiempo del Adviento, esas cuatro semanas preparatorias a la conmemoración del Nacimiento de Nuestros Señor Jesucristo, que los católicos nos damos como ... espacio de esperanza y alegría previas a la Navidad, la fecha central de la historia humana.
Dentro de esta historia hemos celebrado el misterio del nacimiento del Señor en diferentes actitudes, etapas, circunstancias y modos que la propia humanidad ha ido añadiendo a la fiesta familiar y cristiana a la que nos preparamos. Hemos pasado Navidades en guerra, en paz, en expectativas, en construcción de nuevos tiempos…pero nunca hemos pasado un tiempo de incertidumbre y zozobra como la actual.
Las estadísticas nos demuestran que los votantes españoles acudimos a la última cita con la urnas altamente preocupados por nuestro futuro más inmediato. Los resultados arrojaron un revuelto panorama endiablado, del que no hemos salido, porque algunos se han empeñado en sacar un gobierno formado por todos los enemigos de la unidad de España, como un bien moral a mantener según la doctrina de los obispos españoles.
Este estado de necesidad ha llevado al Centro de Investigaciones Sociológicas a confesar que más del setenta y seis de los españoles no desea, ni confía en el conductor de la operación de blanquear a los condenados por la Justicia en suaves corderitos como el de Norit. Lo que no es posible, no es tolerable, lo que metafísicamente es inviable es doblemente imposible.
Las gentes, andan preocupadas y viven al día. Basta poner los ojos hacia atrás para hacer el conteo de los millones consumidos el pasado viernes, fecha muy consumista, exportada desde el otro lado del Atlántico, que conduce a los españoles a tirar y derrochar en caprichos o necesidades, depende de cada uno.
Ante los anuncios de las altas tributaciones anunciada por ese gobierno non nato, pero que asusta a muchos, los despachos de abogados especialistas en temas hacendísticos, están a rebosar para ver el modo legal, que nadie le meta el diente a sus legitimas propiedades en bienes muebles o inmuebles. Algo lógico, cuando se está viviendo unos días de zozobra e incertidumbre como los de ahora mismo.
Cierto día, Jesús dormía en la barca de sus discípulos, se presentó un tormentón, la nave parecía hundirse en el mar de Galilea, sus amigos lo despertaron a voces sospechando que se perderían tragados por las olas y los elementos atmosféricos. Jesús puesto de pie, increpó al mar para que enmudeciera como así ocurrió.
Este tiempo de Adviento, seguramente, nos los pone el Señor delante para que vivamos estos días en mejores momentos de fe ante la oración al Niño Jesús que llega humilde y sencillo en el portal de Belén, pues la presente sociedad ha prostituido el ciclo navideño mezclándolo con las cenas, las comilonas y regalos inútiles. No viene mal este tiempo de incertidumbre y zozobra para que valoremos lo esencial que es Cristo que nace, antes que las fiestas que amargan.
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