Derribar la foto de Colón
marcial vázquez
Viernes, 13 de noviembre 2020, 00:04
Una de las transformaciones más siniestras y repugnantes que ha hecho el sanchismo en el PSOE es su blanqueo político y normalización moral de los ... miembros de Herri Batasuna, siguiendo el sendero iniciado por Zapatero cuando llamó a Otegi «hombre de paz». Claro que, por hablar de senderos, pocos han hecho más camino al arrastrase- que no al andar- que Enano Marlaska, un juez antaño ejemplar en la lucha contra ETA y ahora dedicado a reagrupar a los etarras en torno a sus familias, cuando no dedica el tiempo libre a encargar informes falsos contra Ciudadanos en el Orgullo Gay. Ya lo predije justo cuando Pedro ganó las elecciones y se escuchaba en Ferraz el grito de «con Rivera, no»; esa noche solo faltaba para completar la profecía «pero con Otegi, sí».
Pero carecer de vergüenza alguna y contar con un rodillo aplastante de medios de comunicación al servicio de la propagación del virus de la mentira sanchista-podemita hace que sea posible que en este país lo grave no sea la foto de un presidente del Gobierno dándole el pésame a los batasunos por el suicidio de un terrorista encarcelado, sino el recuerdo de una manifestación a favor, simplemente, de la unidad de España, que convocó Ciudadanos cuando era un partido de principios y a la que se sumó Vox, algo que sirvió en bandeja la elaboración de un cuento- relato, llaman los cursis- donde la derecha ultramontana venía a lomos del caballo del fascismo a devolver a España poco más que a la Edad Media. Tal es el poder propagandístico de la izquierda niñata y autoritaria que padecemos que una manifestación por la defensa de la unidad nacional y en contra del mercadeo que iba a iniciar Pedro Sánchez con los separatistas catalanes ha pasado a la historia como uno de los comodines más eficaces para asustar al PP y anular a Ciudadanos, ya que siempre que incomoden al sanchismo de Estado sacarán a relucir esa foto «con los de Vox».
Esta semana, con la inminente apertura del mega hospital en Madrid encargado por Ayuso para la lucha contra la pandemia, recordaba un hecho que resume la podredumbre moral y humana del actual gobierno que nos tiraniza: no ya el Presidente a la cabeza, sino que nadie del gobierno inflado de ministerios que tenemos tuvo la decencia de visitar el hospital improvisado de Ifema en los peores momentos de la primera ola. Por supuesto que no fue casualidad, y al palacio de Hielo mandaron a Margarita Robles para que echase unas lágrimas de cocodrilo y contentase así a los eternos imbéciles del centrismo de Estado, deseosos de licuarse ante cualquier teatrillo procesional de la izquierda. Los verdugos mediáticos al servicio del gobierno están tan envalentonados que directamente tachan dicho hospital como algo inútil mientras insultan a Ayuso de manera impune y jaleada por la borregada progresista.
La foto de Colón fue la foto de la dignidad de la derecha y del liberalismo en nuestro país. Esa foto lo único que tiene de malo es que la izquierda reaccionaria y toda la patulea anti española vio que era posible que el bloque de la oposición pudiese reunirse en torno a la idea de defender el bien común que es, aun, España. Su objetivo, desde luego, ha sido alcanzado de manera casi perfecta- se les escapó Madrid y Andalucía-: mientras el PP y Ciudadanos huyen despavoridos cada vez que les nombran 'Colón', el PSOE es feliz en la foto junto a Herri Batasuna, herederos del proyecto político de una banda terrorista que mató, entre otros muchos, a inocentes por el mero hecho de ser del partido socialista.
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