Derecho a mentir
La carrera ·
Creo que lo crucial del juicio son los testigos porque estos sí que tienen obligación de decir verdadJOSÉ ÁNGEL MARÍN
Lunes, 25 de febrero 2019, 23:39
Sacó del revistero el periódico y me preguntó sobre la continuidad del alegato que anuncié en la columna del martes pasado. Le dije que estaba ... en ello, que hasta ahora el juicio al 'procés' discurre con la teatralidad de los compases iniciales que aprovechan los reos para sermonear al respetable e intentar camelar al tribunal de que ellos no son delincuentes, sino los nuevos 'homo sapiens', unos especímenes que reúnen en sí lo mejor de Gandhi, Mandela y Mel Gibson en 'Braveheart' pero con barretina.
Estaba en éstas cuando tía Gertrudis exclamó que se le abren las carnes cuando oye a cierta fauna lanzar soflamas procurándose privilegios, cuando postulan democracia frente a ley, cuando identifican la república catalana con jauja, cuando desde el banquillo se aferran a la ubre institucional.
Como vi la deriva de la tita hacia otras amonestaciones, propuse continuar con el tema al que me había comprometido sobre el juicio al 'procés' que tanta cola está trayendo, y le adelanté que -según mi criterio- lo mollar del litigio no son las homilías de los reos de cara a la galería, sino las declaraciones testificales y las pruebas.
Éste no es un juicio cualquiera. Es pleito para la historia y el futuro de la España constitucional. Un litigio sobre hechos concretos y también sobre las intentonas golpistas de las que hay tradición. Creo que lo crucial del juicio son los testigos porque éstos sí que tienen obligación de decir verdad. No así los inculpados que desde luego tienen 'derecho a mentir'; curiosa facultad que forma parte de las garantías justiciables que amparan a todo reo y que, por supuesto, deben preservarse durante el procedimiento. Allá ellos si en lugar de contrarrestar las acusaciones se agarran al derecho a mentir.
Los separatistas exhiben desdén hacia el Supremo (TS) y el Tribunal Constitucional porque cuentan con recurrir a Estrasburgo para 'desfacer entuertos', como si allí ataran los perros con longaniza, y no reparan en que los jueces del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (garante último de las libertades fundamentales y máxima autoridad judicial sobre derechos humanos en Europa) no tienen competencia para juzgarlos de nuevo. Todo lo más que harán en Estrasburgo será verificar que el juicio a estos 'indepes' ha discurrido con todas las garantías, es decir, si el TS ha sido imparcial y ha respetado sus derechos.
Lo crucial del pleito residirá en probar que violencia no es solo el uso de armas, que hay violencia desde que 17.000 policías armados obedecen órdenes de un tipo que no se somete al principio de legalidad. Clave será demostrar que muy pacífico no fue machacar coches de la Benemérita, que un golpe de Estado es aquél que se perpetra pisoteando la Constitución, que son golpistas quienes pretenden sustituir un ordenamiento jurídico por otro de forma ilegítima y unilateral, que tan golpista es Tejero como un 'indepe' pues ambos intentan imponer su opción por las bravas.
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