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ALFREDO AGUILAR

Algo tengo que decirte, Melchor

El semanero ·

El estigma de los Venegas, con el que el corazón manda, no sólo es un lema; es el marcapasos vital al que estamos sometidos hasta la fecha de caducidad

Domingo, 24 de febrero 2019, 02:45

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Te has marchado tan rápido, Melchor, como yo estuve a punto hace unos años de huir a la francesa. Son esos minutos, de ser ... o no ser, con la indecisión y duda de Hamlet, que no se hacen largos ni efímeros porque pierdes la conciencia del tiempo. Tuve la suerte de tener un ángel de la guarda y un grupo de amigos y especialistas médicos que me permitieron, contrarreloj, que negociara con la funesta parca. Y llegamos a un acuerdo, no pactado, con la maldita señora de la guadaña inexorable e inoportuna de la que hablaba, estos días, con talento Juanito Porto. El estigma de los Venegas, con el que el corazón manda, no sólo es un lema; es el marcapasos vital al que estamos sometidos hasta la fecha de caducidad.

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