Toreros de salón
El señor Emiliano García-Page tuvo su oportunidad para salir al ruedo, a torear de verdad a un astado capacho llamado Sánchez-Aragonés. Pero se cayó del cartel
David Gómez
Jaén
Domingo, 14 de abril 2024, 23:06
En mis años mozos trabajé poniendo copas en un garito. Había que pagarse la universidad y los caprichos. Guardo muy buenos recuerdos de entonces, y ... mantengo, tan fresca, incondicional e integra como antaño, la amistad forjada a base horas de charlas, música, humo de cigarros, silencios y bebidas espirituosas con mi compi Saeta. Recuerdo que había cierto grupo que solía acodarse en la barra y que, tras los primeros combinados, iban animándose hasta que, al fin, uno de ellos, siempre el mismo y como a regañadientes, empezaba a dar pases de muleta usando su antebrazo mostrándose ante un supuesto astado interpretado por uno de sus acólitos e incluso entraba a matar. Otros días, discutía animosamente enjuiciando las faenas de los que se jugaban la vida en el ruedo, impartiendo y repartiendo cátedra.
Cuando le llegó la oportunidad de salir al albero sufrió una indigestión, o eso dijeron los suyos. Se cayó del cartel y de la barra del garito. El señor Emiliano García-Page tuvo su oportunidad para salir al ruedo, a torear de verdad a un astado capacho llamado Sánchez-Aragonés con sus pitones; Amnistía y autodeterminación. Pero se cayó del cartel…, él y el resto de senadores socialistas que recurrieron al absentismo laboral en vez de enfrentarse por derecho y dignidad a esos cuernos. Pero resulta que el resto de senadores y/o presidentes socialistas no iban dando pases de muleta ni criticando faenas ajenas en salones; García-Page sí. Torear en el salón es fácil, bajar al ruedo y jugársela es otra cosa ¿No creen?
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión