Sumar o restar vida
Visto lo visto, una mala alimentación nos hace perder el tiempo y, lo que es peor, también la salud
David Baños
Periodista
Domingo, 16 de febrero 2025, 23:16
En el siglo XIX el filósofo alemán, Ludwig Feuerbach, acuñó una frase que ha llegado vigente hasta nuestros días: «somos lo que comemos». La afirmación ... viene a decir que nuestra alimentación influye de manera directa en nuestra vida, en cómo nos sentimos y en cómo somos. Un menú equilibrado y el ejercicio físico pueden ayudarnos a prevenir enfermedades y hacernos sentir mejor. A estas alturas de la vida todos sabemos que deberíamos tomar al menos 5 raciones diarias de frutas y verduras o que el consumo productos ultraprocesados juega en nuestra contra. Sin embargo, cumplir con los vegetales nos cuesta trabajo y tirar de alimentos 'basura' nos resulta más fácil. Tiene su explicación, porque éstos últimos están diseñados para satisfacer el sentido del gusto ya sean salados, dulces o grasos. Por lo general también son más fáciles de consumir, porque no necesitan ni preparación, como mucho calentar y comer. Nos va lo fácil, porque los ultraprocesados no son más baratos, aunque a menudo disimulan mejor sus altos precios, con formatos de venta muy bien trabajados. No voy a aburrirle con datos sobre el bajo consumo de frutas y verduras, el incremento de la obesidad en niños y en adultos o la proliferación de enfermedades crónicas, asociadas a una mala alimentación.
Le quiero hablar de su tiempo y de mi tiempo, de nuestra esperanza de vida aquí en la Tierra. Hombres y mujeres vivimos de media 73 años en todo el mundo. En Europa esa cifra crece hasta los 81 años y medio. En España estamos a la cabeza del continente con 84 años. Si traducimos esto en minutos obtenemos 44.150.400.
¿Por qué esta manía de medir nuestra vida en minutos? La Universidad de Michigan, en Estados Unidos, cuenta con un estudio que traduce los efectos de lo que comemos en la suma o la resta de minutos a nuestras vidas ¡Cómo se lo estoy contando! La comida basura nos quita tiempo y los vegetales frescos, el pescado o los frutos secos nos suman vida.
Según la institución norteamericana, un perrito caliente, con su salchicha, su pan blandito, kétchup, mostaza y no se cuántas cosas más, podría estar restándonos 36 minutos en nuestro reloj biológico, una hamburguesa con queso 9 minutos y los refrescos azucarados 12 minutos ¿Se ha parado a pensar que cada vez que entramos en uno de esos restaurantes de comida rápida, entre el perrito, el refresco, las patatas fritas y el helado podríamos estar perdiendo una hora de nuestras vidas? En cambio, si nuestro consumo es más responsable y está basado en frutas y verduras frescas, lo que haremos será sumar horas a nuestra existencia. Un puñado de frutos secos o semillas puede darnos 25 minutos extras. Sólo sustituyendo el 10% de los ultraprocesados que habitualmente ingerimos, por frutas, hortalizas, legumbres y algunos productos del mar estaríamos obteniendo 48 minutos de vida saludable por día.
Visto lo visto, una mala alimentación nos hace perder el tiempo y, lo que es peor, también la salud. Introducir los vegetales en nuestra vida y la de nuestras familias, dejando de lado otros alimentos más artificiales, nos ayudará a sentirnos mejor y, probablemente, también a ahorrar en la cesta de la compra y en el gastos sanitario: médicos, pruebas, medicinas, … Gracias a la medicina y a numerosos avances científicos los seres humanos hemos duplicado nuestra esperanza de vida ¿Se imaginan de lo que seríamos capaces de lograr si fuésemos capaces de incorporar más ingredientes verdes a nuestro menú diario? Ojo, cuando nos sentamos a la mesa podemos alargar o acortar nuestra fecha de caducidad.
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