¿Este lunes que toca?

La muerte de un Papa siempre es un acontecimiento internacional, que marca a millones de creyentes en todo el planeta. Los ecos del apagón eléctrico ibérico del pasado lunes también han trascendido todas las fronteras a través de los medios de comunicación, aunque sus consecuencias sólo las hemos padecido los españoles y portugueses que estábamos sobre el terreno el fatídico 28 de abril.

Un lunes después, seguimos sin saber qué pasó realmente, cuál fue el fallo y, lo que es peor, si se volverá a repetir semejante situación. De pronto nuestro mundo electrificado se detuvo por unas horas, en algunas zonas hasta un día entero, sumiéndonos en la oscuridad más absoluta. Ya lo sé, la mayoría nos dimos cuenta de que podemos vivir sin móvil, sin ordenador, sin televisión y hasta sin electrodomésticos. Sin embargo, nuestro día a día no nos permite enfrentarnos repetidamente a esta situación.

La falta de comunicación con nuestros seres queridos, especialmente con los que están más lejos, nos puso a prueba. No dejé de pensar en quienes se quedaron atrapados en un ascensor, en las personas sin movilidad que no podían subir a pie las escaleras hasta sus casas o en los pasajeros de trenes parados aleatoriamente en alguna parte del trayecto.

Los seres humanos somos la repera limonera, porque en medio de tanta incertidumbre no perdimos nuestra capacidad de consumir. Ese día se agotaron las radios, los infernillos, las mini bombonas de gas, las linternas y hasta las pilas. La gente llenó carros de papel higiénico, como durante la pandemia de covid y arrasó con el agua embotellada.

Una semana después quiero reconocer a todos aquellos que tuvieron que redoblar esfuerzos para devolver la situación a la normalidad eléctrica; a quienes auxiliaron a los más perjudicados por el corte de suministro; los trabajadores de hospitales, donde la vida de muchas personas depende de una máquina enchufada a la corriente; los hosteleros que siguieron dando de comer a la gente; los periodistas, en especial los que siguieron informándonos a través de la radio. Tantos y tan buenos profesionales, que una vez más demostraron que el ser humano sigue siendo maravilloso.

El lunes es tan puñetero que existe un Blue Monday para destacar el peor día del año, que suele ser el tercer lunes del mes de enero. En la Península Ibérica hemos estrenado en exclusiva el 'Dark Monday' o 'Lunes Oscuro'. También fue un lunes, hace poco más de un año, cuando Pedro Sánchez anunciaba que seguiría al frente del gobierno y de su partido. Aquella decisión vino precedida de cinco días de reflexión, cuando un juzgado abrió diligencias contra su mujer.

¿Nos deparará alguna nueva sorpresa este lunes o estamos servidos de desgracias por el momento?