El coronavirus
Puerta Real ·
A pesar de los avances científicos, el ser humano sigue sometido a las inclemencias del tiempo, y a las inevitables pandemiasLa actitud de médicos y personal sanitario, y la de todo un pueblo disciplinado que respeta las órdenes emanadas de la autoridad, borra la de ... aquellos otros que ignoran lo ordenado, critican y desacreditan, o les preocupa más ejercer la soberanía sobre un territorio que la salud de la gente.
Desde hace más de diez mil años, con el inicio de la vida sedentaria, comenzaron las pandemias. La primera con constancia escrita es de 412 antes de Cristo. Según Hipócrates, médico griego, en Perinto se produjo una grave enfermedad, con irritación de garganta, malestar general y ahogo, que provocaba la muerte, a la que él llamó 'la tos de Perinto'.
La literatura, testigo de época, siempre abordó estas desgracias colectivas. Veamos algunas pandemias significativas. Bocaccio, en el Decamerón, que coincide con la epidemia de peste negra que aniquiló a 75 millones de personas en Eurasia, entre 1347-1353, no se dedica a describir la pandemia, sino que contrapone la Edad Media, lo antiguo, la enfermedad; con el Renacimiento, el futuro esperanzador. En la obra, aparecen diez jóvenes, siete mujeres y tres hombres, que huyen de su ciudad, Florencia, y se cobijan en el campo. Durante los días de reclusión, se cuentan historias eróticas y festivas, sin temor ni inquietud.
En 1918, Laura Spinney escribió un libro de ensayo, 'El jinete pálido', donde documenta, perfectamente, la denominada, de manera indebida, gripe española, pues su origen era norteamericano y fueron éstos los que la expandieron por Europa en la Primera Guerra Mundial. Su efecto fue terrible: aniquiló a 90 millones de personas.
En 1981, Dean Koontz escribió 'The Eyes of Darkness' (Los ojos de la oscuridad), precursor del coronavirus. En él aparece un virus denominado Wuhan-400, (en Wuhan se inició la pandemia actual) elaborado en laboratorio y mortal en un 100%. El virus actual, aunque se propaga rápidamente, tiene una tasa de mortalidad inferior a la gripe común. Basándose en este libro, en 2011, se estrenó la película 'Contagio'.
En 1947, Albert Camus publicó 'La peste', donde una epidemia, contagiada por ratas, asola la ciudad de Orán. Aunque, en 1946, Argelia sufrió una pandemia, sin embargo, muchos críticos consideran esta obra una metáfora del nazismo: los nazis, como ratas, van llenando de putrefacción cuanto tocan. Mientras la pandemia avanza, la mayoría de los ciudadanos, personas honradas –también los había deshonestos, que se enriquecían con la miseria ajena– descubren que la solución del problema no es personal sino colectiva. Como dice el doctor Rieux: «La única manera de combatir la plaga es la decencia». Vencida la pandemia, el pueblo olvidó el sufrimiento, para iniciar una nueva vida. Pero el autor advierte, quizá, con doble intención: «El bacilo de la peste nunca muere, puede permanecer dormido durante décadas en muebles o en las camas…, y, un día, despertará de nuevo a sus ratas y las enviará a morir (contagiar) en alguna ciudad feliz».
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