Consulados en el Aaiún
Marruecos está consiguiendo el respaldo efectivo de varios países árabes en el Sáhara occidental
Javier Fernández-Arribas
Lunes, 30 de noviembre 2020, 01:25
Marruecos está ganando la baza diplomática sobre el terreno al conseguir que varios países árabes como Emiratos Árabes Unidos, Jordania y Bahréin, y una quincena ... de países africanos, abran consulados en el Sáhara Occidental, en las ciudades de El Aaiún y en Dajla. La apertura de estas representaciones significa un respaldo real, tangible, que va mucho más allá de la mera declaración retórica que tiene su peso político pero que se ve rotundamente refrendada con hechos consumados. La diplomacia marroquí lleva realizando una intensa labor con el objetivo de encauzar definitivamente la solución política a la situación del Sáhara Occidental con un reconocimiento explícito a su iniciativa de otorgar una amplia autonomía a la región bajo su soberanía. Los pasos que se han ido dando desde Rabat en los últimos años van desde la recuperación de su posición en la Unión Africana, tras unos años de ausencia por el reconocimiento de la República Árabe Saharaui Democrática, impulso de su liderazgo político, económico, comercial y social en África, mejora de sus relaciones con las grandes potencias como Estados Unidos y China, incluso con Rusia que ha intervenido siempre por su apoyo histórico a Argelia y su interés por una base en el Atlántico, además de recabar el apoyo de países como Francia y España, que mantiene una posición oficial de neutralidad por su grado de responsabilidad legal sobre la antigua colonia.
Precisamente, en las últimas resoluciones de la ONU para la renovación de su misión en el Sáhara Occidental, MINURSO, sobre todo en la aprobada este año porque aboga por la resolución política del conflicto entre las partes en lugar de la celebración de un referéndum de autodeterminación, como reclama el Frente Polisario. Esta es la conclusión del Gobierno de Rabat que entiende que la resolución limita el mandato de la MINURSO a la mera observación del acuerdo del alto el fuego, firmado por Marruecos y el Polisario en 1991. Las actuales circunstancias provocadas por la grave crisis del coronavirus, tanto en Argelia como en Marruecos, así como la nueva situación política tras la aprobación de la nueva Constitución argelina, la detención por corrupción de destacadas personalidades y meses de multitudinarias protestas en las calles, y la opción de que el presidente Tebboune asuma el tema Sáhara que siempre ha estado en manos de los militares. La opción de un posible acuerdo que se estuviera negociando en secreto con la mediación adecuada es la justificación para que el Polisario provocara el incremento de la tensión en el paso de Guerguerat con la intervención marroquí y rompiera el alto el fuego.
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