Con esta canción ganó Arturo Millán en 1960 el Festival de Benidorm. Hoy es una declaración política de alta carga subversiva que probablemente la Guardia ... Civil retire de las redes sociales por las críticas implícitas contra el Gobierno. ¡Qué fácil es escribir un artículo cuando una canción previó el futuro con seis décadas de antelación! Cedo la palabra.
Primera estrofa. «Quise decirte vida mía / lo que por ti yo estoy pasando / pero no pude, pero no pude / porque estabas comunicando, comunicando, …». Ruedas de prensa, declaraciones de ministros y del sursuncorda saturan al ciudadano que preso no tiene más remedio que deglutir la verborragia gubernamental. Han interpretado a su manera el título de la canción. Comunican, comunican sin importar el qué. Han hecho su propia interpretación de McLuhan en el sentido de que el medio televisivo es el mensaje. Bombardean monótona e inmisericordemente para apabullar a los electores hasta que les concedan su beneplácito.
Segunda y tercera estrofa. «Quise decirte que me muero / Que por tu culpa estoy penando / Pero no pude, …. comunicando, comunicando / con quién podrías estar hablando / tú indiferente y yo esperando / que no estés al llamarte /Comunicando, …». Según un informe elaborado por una Asociación de Asesores Fiscales de Australia España es el país que peor ha gestionado la crisis tanto en lo que se refiere a las medidas tomadas como a la transparencia informativa. El último lugar sólo tiene parangón con las críticas que vierten contra el presidente Donald Trump. Estamos a la altura de un payaso.
Estrofa final. «He de decirte tantas cosas / pero mi vida, ¡cómo y cuándo! / si cuando llamo, si cuando llamo / tú estás siempre / comunicando, …». Transcurridas seis semanas de confinamiento, los españoles hemos dado pruebas de paciencia y acatamiento de las órdenes. Espero que no se confunda el sentido cívico que demanda la epidemia con la sumisión o la supresión del pensamiento crítico. Mi sensación, personal e intransferible, es que se está gobernando pésimamente. Decía mi buen amigo David que por fortuna no tenemos armas nucleares porque si el Gobierno tuviere que comprar uranio con el mismo criterio que las mascarillas o los test, explotaba sin querer la provincia de Pontevedra. No cabe mejor resumen. Amén.
Las decisiones llegan tarde y sin coordinación ante la mirada asombrada de los ciudadanos que reclaman a todos los partidos políticos, especialmente a los mayoritarios, que dejen de pensar en sus intereses y hagan prevalecer el bien común. Pero Sánchez y Casado, comunican. Siempre comunican.
No está siendo un espectáculo muy edificante. Lo que por la mañana es sí, al llegar la tarde se ha tornado nones y cuando alcance la noche ya veremos. Ministros que se enteran por la prensa de medidas que atañen a su departamento. Contradicciones. Rectificaciones. Sería muy divertido sino tuviéremos muertos y sin la catástrofe económica que se avecina. A la canción profética sólo le pongo un reparo. Quizá hubiérale cuadrado más llamarse 'Rectificando'.
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