El comportamiento vergonzoso de Bendodo
Son varias infracciones sanitarias las del consejero, pero también éticas. Abusar de su cargo público es un mal ejemplo
Juan Carlos Pérez Navas
Martes, 25 de agosto 2020
Todo lo concerniente a la incidencia de la Covid-19 en la comunidad nos está sobrepasando este agosto y la ciudadanía asiste indignada al mayor ... deterioro que se ha visto de la sanidad pública andaluza. La dejación de PP y Cs de la pandemia en Andalucía nos deja imágenes impensables nunca vistas, como que haya centros de salud cerrados o que no se dé cita. Se ha constatado que los rastreadores contratados por Moreno Bonilla para el seguimiento de los rebrotes son insuficientes. Andalucía es quien menor PCR realiza de España y se negaba a realizar esta prueba a las personas migrantes, tal y como exige el protocolo de Sanidad. Y, para colmo de lo enumerado, a días del inicio del curso escolar el Gobierno andaluz de las derechas no tiene una planificación seria y coherente que haya sido aceptada por la comunidad escolar; y todo porque el Gobierno de Moreno Bonilla está desaparecido y no es capaz de dar una respuesta ni de controlar esta situación.
Dicen que las actitudes son el reflejo de los valores y, en este caso, con una situación tan complicada para nuestra comunidad y su ciudadanía sonroja e indignan los comportamientos que está mostrando el presidente andaluz y su equipo; en especial, su consejero de Presidencia. Elías Bendodo ha protagonizado varias escenas en las que se ha visto, claramente, cómo infringía la normativa de la Junta de Andalucía sobre el uso de la mascarilla. Se le ha visto sin hacer uso de este sistema de protección de primera línea y obligatorio mientras realizaba deporte en compañía de otras personas y, también, cuando fue a clase de pilates que, para colmo, hizo mientras era conducido en coche oficial para perplejidad de quienes asistíamos al mayor caso de chulería política que ha protagonizado este Gobierno andaluz sin que haya existido ninguna disculpa ni rectificación.
Con esta soberbia de quien es mano derecha del desaparecido Juan Manuel Moreno Bonilla se expresa que hay dos normas en esta pandemia: una para toda la ciudadanía y otra, bien distinta, para Bendodo que muestra que ser miembro del Gobierno andaluz le exime de cumplir una norma que él mismo nos anunció enfáticamente que debíamos seguir. Menudo ejemplo el de Bendodo frivolizando con el incumplimiento de la norma sanitaria de manera reiterada.
Son varias infracciones sanitarias las del consejero, pero también éticas. Abusar de su cargo público es un mal ejemplo para una comunidad que contempla atónita la falta de liderazgo y de dedicación a esta pandemia por parte de su gobierno, quien tiene descontrolados los rebrotes y no transmite ni seguridad ni medidas reales que den soporte a la sociedad, y quien tiene abandonados a su suerte a los sectores económicos.
Lamentablemente, esta no es una actitud aislada en el PP. Hace unos días, aquí en Almería, Moreno Bonilla fue incapaz de lanzar mensajes coherentes ni de gestionar políticas que evitasen un aumento de los rebrotes que preocupan, y mucho, en esta provincia. El presidente andaluz vino a hacer turismo con sus compañeros de partido, entre ellos, el presidente nacional que tampoco dio ejemplo al acudir a este acto tras haber estado en contacto el día anterior con dos personas que dieron positivo a Covid-19, compañeros de Pulpí. No sólo no guardó la cuarentena correspondiente, sino que permitió que el PP utilizara sus influencias en Salud de la Junta para hacerse un PCR, una prueba por la que Moreno Bonilla obliga a esperar durante siete días a cualquier otra persona en su misma situación.
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