La clave está en Rivera
Puerta Purchena ·
Cuando la República, en un mitin en un pueblo del interior, un candidato que saldría diputado prometió llevar el mar por la acequia gorda. Seguimos a la esperaJosé María Granados
Miércoles, 2 de octubre 2019, 23:37
Pepe 'El Tomillero' me lo dice nada más aterrizar en el lugar elegido para el encuentro semanal: «Mira, por más vueltas que le doy, en ... las próximas elecciones la clave está en Rivera». Le digo que discrepo, que para mí no es tanto la clave como su plural. Es decir, que lo que tiene son las claves y que además le gusta compartirlas. El muy puñetero de mi amigo se ríe y me da la razón.Y es que al aspirante naranja a la Presidencia del Gobierno, de claves sabe un rato largo, tanto que no se corta en darlas al primero que se las pide aunque eso perjudique su seguridad. ¿Se lo imaginan como responsable de la seguridad de todos? Miedo me da.
El que haya facilitado con tanta facilidad sus passwords es culpa de su cerrazón al diálogo de Estado. Rivera entra en otros estados y olvida el principal, el que afecta a todos. Y claro, así no se puede garantizar nada, ni siquiera el puesto de salida de Villegas en Almería si es que repite como parece que hará. No tuvo bastante con la sangría de las Municipales en la capital donde quedó en cuarta posición tras Vox dejándose en el camino un concejal y unos 1.500 votos cuando todavía no le había pasado ni la mitad de lo que le ha pasado después, con fugas a mansalva en su partido y su obsesión a no querer negociar: «No, con ese no, nunca, jamás...» hasta que, sin tiempo ni para reservar mesa, hizo el paripé que hizo. En el paréntesis de las Andaluzas a las Locales se dejó en la Comunidad la mitad de los sufragios obtenidos, por algo será.La clave está en que si compareces con una oferta diferente a los demás y después le das la mano a los que asegurabas que eran diferentes, lo que haces es consolidarlos . ¿Por qué te voy a voy a votar a ti si puedo directamente votarle a ellos?
Bueno, y qué tiene todo esto que ver con Almería. Pues ya me dirán. Es solo para que se vayan preparando a lo que nos viene encima. De aquí al 10-N entramos en área de promesas y nadie se va a quedar corto cuando se trata de fantasear con lo que la realidad se encargará de hacer olvidar. AVE, agua, rebaja fiscal a agricultores, ayudas a pescadores, subidas a pensionistas, trato especial a pymes, apoyo al sector turístico, potenciación medioambiental, nuevas energías, arreglo de torres, castillos, almenas, cables, cauces, playas; fin del peaje, electricidad más barata... Se van a hartar de promesas. Ahí si que están las claves de todo lo que nos ha llevado a unas nuevas elecciones. No hay que señalar a un único culpable, sino a todos los que están ahí, en las Cámaras, cobrando, cotizando, sin dar un palo al agua y dispuestos a seguir las directrices de sus jefes no de quienes los han votado.
«Los almerienses deberíamos haber aprendido ya, dice 'El Tomillero', de lo que se promete para no cumplir. No tenía aún el pelo blanco y se prometía exactamente igual que ahora». Él no había nacido aún cuando en un mitin en un pueblo del interior de la provincia durante la República -según se contaba- un candidato que salió diputado no se cortó un pelo cuando prometió llevar el mar por la acequia gorda. Seguimos a la espera.
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