Ciudadanos, hacia el abismo
Puerta Real ·
Quizá perdamos, para siempre, un hipotético centro político y liberal, que nunca lo fue, por mor de RiveraJuan Santaella
Granada
Jueves, 18 de marzo 2021, 00:48
Creado, en 2006, en Cataluña, para defender el españolismo frente al nacionalismo separatista, dio el salto, en 2012, para ser un partido bisagra. Esa labor ... de intermediación la abandonó tras la moción de censura de Pedro Sánchez a Rajoy, en 2018. A partir de entonces, Rivera se sumó a las derechas, participó en el acto de Colón, y pretendió ser presidente del Gobierno, cuando, en abril de 2019, obtuvo 57 diputados (66, el PP). PSOE y Cs habrían logrado mayoría absoluta, 180 diputados. Pero Rivera no quiso pactar con Sánchez. Hubo que repetir elecciones en noviembre de 2019, y obtuvo 10 diputados. Rivera dimitió y aquí comienza el calvario de este partido.
Tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2019, Rivera fue un 'rey mago' para el PP: le entregó cuatro comunidades autónomas y varias ciudades importantes como Madrid, Murcia, Málaga, Zaragoza, Córdoba…, a cambio de Granada, donde Cs solo tenía cuatro concejales. Con el PSOE no pactaron nada. Su socio preferente era el PP. Aunque sus afiliados pretendían que Murcia y Madrid acordasen con el PSOE, porque allí los conservadores gobernaban desde siempre, y había corrupción, Rivera se opuso.
Arrimadas ha intentado virar al centro. Durante el estado de alarma, apoyó las sucesivas prórrogas, y ha votado la ley de eutanasia, y otras muchas medidas sociales. Incluso pretendió aprobar los presupuestos. Ahora, a instancias de su partido en Murcia, decidió una moción de censura en esta comunidad y en el Ayuntamiento, por las graves desavenencias existentes, y por la corrupción, según dicen. Aunque sus seis diputados firmaron el voto de censura, tres de ellos, actuando de tránsfugas, se han desdicho. Arrimadas pierde su autoridad, y a Ayuso, deseosa de convocar elecciones anticipadas, el conato de moción le ha servido de pretexto. Además, Hervías, el segundo de Rivera, ha entrado en el PP, y Tony Cantó ha abandonado el partido con graves críticas a la dirección. Mientras tanto, los populares arremeten contra Arrimadas e invitan a la militancia y cargos del Cs, a ingresar en su partido.
Estos acontecimientos políticos, propios de un partido que está ahormado en la derecha y quiere recuperar el centro, pueden modificar el panorama político español. Las elecciones en Madrid tienen una transcendencia nacional. Debido a su importancia, el vicepresidente Iglesias ha dimitido para participar como candidato a la Comunidad de Madrid. Si el PP no pudiera gobernar, dejaría en una situación precaria a Casado. Si Ayuso logra la mayoría absoluta, apoyándose en Vox, obligaría a Casado a romper toda su estrategia política, y a radicalizar su partido.
Tras esas elecciones, España será distinta, y quizá perdamos, para siempre, un hipotético centro político y liberal, que nunca lo fue, por mor de Rivera. Ojalá que el naufragio no se consume. España precisa un centro equilibrado, democrático y equidistante, un partido bisagra, como lo tienen Alemania, Reino Unido, o Francia, donde gobierna.
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