Llevamos tiempo leyendo y escuchando noticias sobre la caída de la natalidad en España, y sobre cómo va a afectar a la escuela pública. Como ... todo, están las voces optimistas, las del vaso medio lleno, que lo ven en clave de oportunidad: mantengamos las mismas plantillas de profesores en los centros y aprovechemos que hay menos niños para bajar las ratios y poder atenderlos mejor. Y las voces pesimistas o del vaso medio vacío: las autoridades competentes van a aprovechar esta disminución del número de escolares para eliminar líneas a cascoporro en la pública, y la lucha con la concertada para captar alumnado va a ser encarnizada.
Reconozco que me contaba, o quería contarme, en el grupo de los optimistas. También es verdad que creí hasta muy tarde en los Reyes Magos, y que siempre intento verle el lado positivo a todo. Así me va. La cuestión es que cuando el consejero de Educación de la Junta de Andalucía, Javier Imbroda, negó a comienzos del curso pasado (2019-2020) que los 13.000 escolares de menos que irían a clase ese año supondrían la pérdida de 520 líneas, y aseguró que la crisis demográfica se iba a aprovechar para hacer un esfuerzo y que los grupos tuvieran 20 alumnos en Primaria y 21 en Infantil, «la mejor ratio» de la última década..., pues sí, lo confieso, pensé: «A ver si va a ser verdad y empiezan a cambiar las cosas de una vez».
El 8 de marzo, el AMPA Arcadia conoció por la prensa la intención de la Junta de suprimir una línea en el CEIP Lope de Vega de Almería. «Esta reducción de plazas de educación infantil se da también en los colegios Mar de Alboran y Madre de la Luz, pero afecta también a 4.000 plazas de escolares en toda Andalucía», ha escrito el AMPA en una petición iniciada en Change.org y dirigida a la Delegación Territorial de Educación y Deporte en Almería. De seguir adelante los planes, el Lope de Vega se quedaría con una sola línea, con 28 alumnos, «lo que supera la ratio, ya bastante ajustada, de 25 alumnos», según denuncia.
El AMPA se queja de que la decisión del cierre se haya tomado «antes de finalizar el procedimiento de admisión, antes de la reubicación de aquellos niños y niñas que no han obtenido plaza en su centro prioritario». Califica la noticia de «sorprendente», ya que «tradicionalmente la oferta actual se completa prácticamente a principios de curso y permite a nuevos niños ingresar en una escuela pública a lo largo del año». Y cree que no se corresponde «con una menor necesidad de plazas escolares ni con la promesa del señor consejero de Educación Javier Imbroda de reducir las ratios».
«La Administración pone de manifiesto que prima el factor económico sobre los intereses del alumnado y la calidad de la enseñanza. Además deja constancia de que no se cuenta ni se escucha la opinión de los y las docentes ni de la comunidad escolar en general», lamenta la asociación de madres y padres, que califica el cierre de la línea de «gravísimo ataque a la educación pública, aquella que la mayoría de familias elegimos, aquella que defiende nuestros valores constitucionales, aquella que cuenta con los mejores profesionales de la enseñanza y que requiere que se refuercen sus recursos, ya que está lejos de ofrecer la calidad que nuestro país y nuestra comunidad necesita para construir una sociedad de futuro».
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