Casado se adelanta a Sánchez
Editorial ·
El presidente del Gobierno y el líder de la oposición no pueden pasarse meses sin abordar de tú a tú los intereses comunes del paísJueves, 27 de enero 2022, 00:14
La llamada del líder del primer partido de la oposición al presidente del Gobierno acabó ayer con la anomalía de que llevaran ocho meses sin ... hablar al margen de sus encuentros parlamentarios. El motivo de ese contacto –la crisis desatada por Rusia en torno a Ucrania, con sus efectos sobre la seguridad europea y global– habría aconsejado que la iniciativa fuese de Pedro Sánchez. Este no debería desoír la solicitud de Pablo Casado para que comparezca en el Congreso con el propósito de recabar el apoyo de los grupos políticos a la defensa de la legalidad internacional y a los compromisos que deba ir adoptando. Cobra especial importancia que el máximo responsable del PP quisiera transmitir personalmente su respaldo al mandatario socialista, una actitud que contrasta con los recelos de un sector del Ejecutivo y de algunos de sus aliados.
La propia naturaleza de la crisis, de contornos cambiantes y de novedades continuas y contradictorias, y la conveniencia de evitar debates especulativos que confundan a la opinión pública dificultan la tarea de gobierno en relación a la oposición. Pero las explicaciones en comisión del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, a última hora del martes y la renuencia de Sánchez a plantear sus posiciones en el Parlamento tratan también de evitar que afloren aún más las divergencias entre PSOE y Unidas Podemos en materia tan sensible y las posiciones críticas que formaciones clave del bloque de investidura, como ERC y EH Bildu, mantienen respecto a las obligaciones derivadas de nuestra pertenencia a la OTAN.
Es imprescindible que el Gobierno establezca vías de comunicación ágiles con los grupos parlamentarios y las demás instituciones para el seguimiento de una crisis que, además de a la seguridad, puede afectar a la economía europea en su conjunto e incluso dar lugar a expresiones de 'guerra híbrida' no armadas en forma de ataques cibernéticos, intoxicación informativa y acciones de provocación que exploten conflictos latentes. Pero del mismo modo que corresponde al presidente y a su Ejecutivo asumir la iniciativa en todo ello, es necesario que el PP, como primera fuerza de la oposición, se disponga a ser más partícipe de las políticas de Estado. Y no solo en lo que respecta a la proyección exterior de España. Sánchez y Casado no pueden dejar pasar no ya ocho meses, sino incluso ocho semanas, sin hablar de tú a tú en torno a los intereses comunes de los españoles.
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