La casa de los almerienses
David Baños
Periodista
Domingo, 7 de diciembre 2025, 22:45
La Navidad ha llegado hasta Almería un puente de la Constitución más. Sí, ya sé que esta vez ha sido por los pelos. Con tanta ... obra casi tienen que disfrazarse del elfos los propios obreros y cambiar el trineo de Papá Noel por un torillo con luces LED. La Rambla, la plaza de la Catedral, la Puerta de Purchena y hasta el Puerto dan la bienvenida con luces de colores, adornos y actividades a este tiempo de amigos, familia y consumo, mucho consumo.
El Paseo sigue en obras y todavía le queda para verlo terminado. No obstante, la zona acabada se ha incorporado a las celebraciones navideñas. Del nuevo diseño me llaman la atención esa especie de bancales que se han colocado. Ahí unas tomateras, con su cañizo, quedarían muy almerienses. Sepan que el mítico Marbella Club tienen un espectacular jardín de tomates. No vamos a ser menos en la cuna del buen tomate. Ya puestos, también se podría haber instalado un invernadero, para que todo el que pase por el centro de la ciudad conozca de qué y para qué se vive en esta tierra. Una conexión directa con el agro local, sin tener que pasar por La Cañada o por El Alquián. Al fin y al cabo, los que viajan hasta Almería en avión ya divisan desde el aire nuestro 'mar de plástico'. Así lo podrían ver por fuera y por dentro.
Uno parecido al que Coexphal llevó este año a Fruit Attraction y Exposagris habría quedado espectacular, permitiendo transitar por él e incluso desarrollando actividades en su interior. Un invernadero convertido en la casa de las frutas y hortalizas, con sus plantas, sus frutos, el riego por goteo, los abejorros polinizadores y hasta las plantas reservorio para insectos beneficiosos.
Ya está el pesado este hablando de invernaderos y tratando de colocárnoslos hasta en la sopa. Es importante que los almerienses conozcamos este método de cultivo, porque es nuestra gran aportación a la agricultura mundial. Cómo lo lee, querido lector. El invernadero es a Almería, lo que la fresa es a Huelva, el olivar a Jaén o la naranja a Valencia. En nuestro caso mucho más, porque la gran transformación económica y social de la provincia parte de la agricultura bajo abrigo.
No es lo mismo ver un invernadero por fuera que por dentro. En su interior encontramos vida, sabor y valor. Nuestro invernadero es sinónimo de innovación, ciencia y tecnología. Los anglosajones siempre tuvieron más estilo a la hora de llamarlo por su nombre: greenhouse (casa verde). Porque eso es un invernadero, un hogar para las plantas. Por su carácter cerrado permite mejores condiciones es de vida para los vegetales, facilita cultivos libres de residuos y ayuda a aprovechar mejor el agua.
Volviendo al Paseo de Almería y a la Navidad... ¿Cómo quedaría allí un invernadero con los tradicionales pascueros? También se producen dentro y nuestra provincia es el primer productor español. Durante la feria podríamos colocar nardos, en honor a nuestra patrona, en mayo flores coloridas y, así darle un sentido en cada época del año. Ya hace algo parecido Tony García en su restaurante con su Veegiewall, que cada semana cambia de aspecto. No se escandalice, por querer instalar un invernadero en el centro de Almería. Invernaderos los hay de todos los tipos, algunos muy fashion, pero no sabemos identificarlos. ¿Ha visto los de Loewe para promocionar su línea de fragancias vegetales para el hogar? ¿Sabe que el mejor restaurante de vegetales del mundo es 'El Invernadero' de Rodrigo de la Calle? ¿Qué es el nuevo estadio Bernabéu del Real Madrid con su cubierta retráctil? Anda que no se lo pasaron bien 300 diseñadores de 20 países este otoño en la fiesta organizada por Cosentino en un invernadero del PITA. Hay que acostumbrarse a ver el invernadero como la casa de todos los almerienses.
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