Nada cambia
«Hemos conseguido divulgar nuestras excelencias turísticas con el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar a la cabeza, hemos exportado nuestra rica gastronomía y hemos vendido Almería fuera de nuestras fronteras, pero no hemos sido capaces de conseguir que sea fácil venir a esta tierra»
Imagino y deseo que dentro de unos años nuestros escolares puedan conocer las zancadillas que ha sufrido esta provincia a lo largo de su reciente ... historia y poner nombre y apellidos a aquellos que han impedido que este rincón de España, reconocido por todos aquellos que no dudan en volver una y otra vez a disfrutar de esta tierra, se haya desarrollado como debiera ni en la forma ni en el tiempo. Que pongan nombre y apellidos no solo a los que han frenado desde la administración y los gobiernos central, autonómico y provincial; así como nuestros representantes políticos, empresariales y sociales que con su dejación y su falta de empuje no han facilitado que Almería se haya convertido en la primera provincia de Andalucía y situarse a la cabeza del conjunto del país. Porque Almería tiene mimbres para eso y para mucho más, pero ha habido un empeño extraordinario, consciente o no, en impedir que esto fuera así.
Cierto que la sociedad almeriense se deja llevar y no se moviliza para exigir lo que le corresponde como lo harían en otros lugares de España, pero esto no debe ser la justificación a la dejación, abulia y malas artes de aquellos en los que confiamos para que nos llevaran a lo más alto y finalmente nos defraudaron. Son legión, pero no estaría de más que dentro de unos años nuestros escolares conocieran estos nombres, sobre todo, para evitar que se repitiera.
Hace ya varios días que desconecté de esa tomadura de pelo a esta provincia que es el proyecto de soterramiento de las vías del tren a la entrada de la ciudad. Soterramientos se han hecho muchos en Andalucía y en el resto del país y va a resultar que en Almería no es posible llevarlo a cabo porque quienes deben hacerlo no se ponen de acuerdo. No sé quién tiene razón o quién pone los problemas. No sé si es el Ministerio de Transportes, Adif, o la Junta de Andalucía. Sé que no es el Ayuntamiento de Almería al ser el más interesado en que el soterramiento se lleve a cabo y el AVE pueda llegar en plazo y sin demoras. Me da igual de dónde salgan los fondos para el proyecto.
Si va a escote, si proceden del Feder, de los fondos de solidaridad, resiliencia o como quieran llamarlos o si los pone un mecenas. Me resbala saber de quién va a ser la titularidad del futuro aparcamiento o quién lo vaya a gestionar, lo que verdaderamente me interesa es que esta ciudad esté bien conectada con el resto del país y con Europa y que con cuantos más medios sea mejor con el fin de que la movilidad de los ciudadanos esté asegurada tanto para entrar como para salir de ella, así como para que su desarrollo económico esté garantizado.
Entrar y salir de Almería es como para planteárselo por la pereza que da al viajero y al bolsillo. Hemos conseguido divulgar nuestras excelencias turísticas con el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar a la cabeza sin olvidar otros destinos turísticos; hemos exportado nuestra rica gastronomía y hemos vendido Almería fuera de nuestras fronteras, pero no hemos sido capaces de conseguir que sea fácil venir a esta tierra. Por eso me da igual entender o no entender la polémica del soterramiento porque lo único que entiendo es que a Almería se la está maltratando.
No de otra manera puedo comprender que con la que está cayendo en torno a la falta de acuerdo entre las administraciones para llevar a cabo el proyecto salga el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, cantando las excelencias y la necesidad de un AVE entre Sevilla y Málaga para apostillar con los beneficios que ese transporte reportaría a Granada y Almería. Si en estos momentos eso no es una falta de sensibilidad enorme con esta provincia no lo es nada.
Por eso es importante que nuestros futuros escolares conozcan y estudien quiénes han sido los responsables de las injusticias que se están cometiendo con esta provincia. Porque la memoria es débil. En la década de los 80-90 cuando Almería ya empezaba a ser una potencia exportadora de frutas y hortalizas a todo el continente europeo recuerdo que las aseguradoras cobraban una prima a los camiones que tenían su origen en Almería dado el mal estado de las carreteras que tenían que transitar hasta llegar a Alicante donde entraban en la autopista. Las autovías llegaron y esas primas desaparecieron, pero nada más porque ni trenes ni aviones son competitivos en esta provincia.
Ahora se anuncia una nueva frecuencia ferroviaria entre Madrid y Almería que va por la línea de alta velocidad hasta Granada donde hay que hacer un trasbordo para tomar el regional y llegar a Almería. Pero hace unos días este periódico dio a conocer que para completar el soterramiento de las vías del tren la estación término se situará en Moreda que se encuentra a 143 kilómetros de la capital. Y las obras, según el estudio de Adif citado, comenzarían antes del verano. En fin, que pasan los años y nada cambia. Más bien al contrario, todo empeora.
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