Balones fuera
Viento Sur ·
La política es algo más que salir en la foto de rigor o publicitar que 'todo está controlado' cuando en verdad no lo estájosé antonio santano
Almería
Martes, 22 de septiembre 2020, 00:28
Mientras la pandemia nos sacude cada día con nuevos contagios, fallecidos y un incesante aumento del miedo en los hogares almerienses, ningún político, sea de ... la Junta de Andalucía o de los Ayuntamientos afectados da la cara, si acaso, para echar balones fuera, para mirar hacia otro lado o terciar con estadísticas que indiquen que aún no estamos tan mal, que no llegamos a la alarma respecto a los contagios por cada 100.000 habitantes o el uso de camas hospitalarias. Una verdadera locura que no merecemos los ciudadanos. La política es algo más que salir en la foto de rigor o publicitar que «todo está controlado», cuando en verdad no lo está. Y no lo digo yo, lo dice el día a día de las residencias de mayores, del aumento de jóvenes contagiados (creían que esto no iba con ellos, y siguen creyéndolo en muchos casos), de la falta de recursos, de la descomunal improvisación, de la desorganización incomprensible de la vuelta a los colegios, del continuado desprecio por la sanidad pública y la educación, verdaderos pilares de toda sociedad que se precie, etcétera, etcétera. Todos estos síntomas no son sino el resultado de una manera impropia de entender la política. A nuestros regidores les toca ahora -y siempre-, ahora quizá con más razón, «administrar el común, lo que es de todos, y para todos» y no atender solo al partidismo, a sus tácticas y estrategias políticas electorales, a lo que verdaderamente poco importa al ciudadano que paga religiosamente sus impuestos. La política se ha convertido, desde hace ya muchos años, en el refugio de los mediocres, de los ignorantes (hasta se vanaglorian de no haber leído un solo libro), de los medradores y teóricos de conspiraciones, de la corrupción, de gente sin escrúpulos, capaz de vender hasta su propia madre. Y es una verdadera lástima que se aprovechen así de todos nosotros que, por cierto, le pagamos un sueldo que no merecen de ninguna de las maneras. Ocurre que comenzamos a hartarnos de esta clase política que no sirve para nada, en su mayoría, lamentablemente. Y encima, aún en los peores momentos de la historia de nuestro país, administran nuestro dinero de forma tan irresponsable como incomprensible. Me pregunto cuándo se darán cuenta que el dinero de todos no puede subvencionar iglesias (150.000 euros en dos campanarios), mientras existen familias necesitadas o subir los impuestos de basura aludiendo a la prestación de mejores servicios cuando los contenedores lucen en sus adentros verdaderas costras de suciedad por falta de higiene en meses y meses, mucho más ahora que estamos conviviendo con este maligno virus. Los casos comentados son algunos de los ejemplos de la práctica continuada del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, regido por don Grabiel Amat, al que no se le ha visto el pelo en todos estos meses en los que la pandemia sacude vorazmente el municipio. Estos son nuestros responsables políticos, los que se dedican a culpar al adversario, los que miran a otro lado, irresponsables y de una mediocridad supina. Lo peor de todo es que todavía tendremos que soportar su inoperancia y egocentrismo algunos años más. Es lo que hay, ¿verdad? Y así nos va. Algún día, pienso, tendrían que pagar por tanto descalabro.
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