Aviso a Hungría

La apuesta de Bruselas por congelar la entrega de 7.500 millones de euros en fondos de cohesión a Hungría al incumplir las medidas a ... las que se ha comprometido para combatir la corrupción representa un serio aviso al Gobierno del ultraconservador Viktor Orbán. Al utilizar por primera vez la herramienta que le permite privar de recursos europeos a países que vulneran el Estado de Derecho y plantear, además, el bloqueo de otros 5.800 millones en ayudas a la recuperación hasta que se aprueben reformas que garanticen la independencia del Poder Judicial, la Comisión muestra su firme voluntad de corregir la deriva autoritaria de Budapest. La decisión final corresponde al Consejo de la UE, en el que agudizan la soledad de Orbán su alineamiento con Rusia, el alejamiento por ese motivo de un antiguo socio como Polonia, que sí está haciendo sus deberes en esa materia, y los pies de plomo con los que hasta ahora se ha movido la italiana Giorgia Meloni en sus relaciones con la Unión. Las sanciones supondrían un fuerte revés a la muy debilitada economía húngara, lo que alienta la esperanza en la marcha atrás de un Gobierno cuya conducta iliberal choca con los principios de la UE.