El quinto elemento
Armando Segura
Domingo, 24 de agosto 2025, 22:14
Ante el fuego, efecto del abandono, los humanos recurren a la solidaridad. La solidaridad, como la limpieza de los bosques, debiera funcionar antes de las ... emergencias. Hombres y mujeres defienden su dignidad, identidad y bienestar por encima de todo. Si se sienten mal con su nariz, se echan en manos del cirujano plástico, pero no se les ocurre pensar en que abajo, en el portal, el mendigo pide un plato de algo, y no siempre se lo dan. El látigo descarga sobre la piel de toro cuando ya no hay toro que no contamine. Los millones de la UE no llegan ni para la pandemia, la Palma, la dana, y la pre-emergencia del Norte. Sutil maquillaje de la gran emergencia de los últimos cien años. Con esa sutileza las comunidades del enemigo político deben pedir aviones a Francia e Italia. Viento, fuego, asolan la tierra y se combate el fuego con agua y con vida. Los cuatro elementos, los ancestros de la tabla periódica se desatan sobre España. El quinto elemento, la solidaridad, no moja ni quema, no se ve ni se oye porque no hay radares para el espíritu. La solidaridad, socialmente hablando, nació en las luchas obreras del XIX, con la idea de hacer una caja común con la que poder resistir durante las huelgas. En el siglo XX fue un factor decisivo en la caída del Muro. Cuando el Estado mira hacia otro lado, la sociedad de forma espontánea se defiende instintivamente con la solidaridad. Solidarios son los hermanos con sus padres, los municipios con sus vecinos, incluso, los estudiantes que se intercambian chuletas. A veces la solidaridad traspasa las fronteras y unos países ayudan a otros en catástrofes y terremotos. La sensibilidad salta a flor de piel y no importa arriesgar la vida para salvar otras vidas. Les llamamos «héroes», y lo son. Esas formas elementales y primitivas de solidaridad surgen cuando las gentes, que ven que todos están perdiendo todo, se lanzan a luchar contra el fuego, el agua o el volcán. Cuando todos están perdiendo todo, la solidaridad alcanza su grado máximo.
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