Argentina es nuestro futuro

Es cierto que, al menos, los argentinos no cuentan con nacionalismos extractivos y violentos ni con un partido que se ha convertido en socio preferente de gobierno mientras sigue homenajeando de manera impune y descarada a todos los etarras que vuelven a sus pueblos. No diré mi opinión sobre la figura de Maradona porque, directamente, no se podría publicar mi artículo, pero ni siquiera puede ser considerado como el mejor futbolista de la historia; este es otro que se llama Leo Messi, también argentino, pero que cuando muera no provocará ni una décima parte de la histeria y del duelo nacional que ha provocado el fallecido amigo de toda dictadura bolivariana y ejemplo de la vida que no puede llevar ningún ser humano decente.

Pero en nuestro país ya contamos con una izquierda tan podrida moralmente que se dedica a lanzar campañas de mentiras y críticas exacerbadas porque en la comunidad de Madrid su presidenta se ha atrevido a inaugurar un nuevo hospital para luchar contra este virus que nos está arrasando y para futuras emergencias que puedan venir. Algo que debería de ser un motivo de evidente alegría y felicidad para cualquier político decente, se ha convertido en la nueva obsesión de la izquierda reaccionaria e inhumana que no soporta ningún éxito o proyecto real de la derecha aunque esto suponga poder salvar miles de vidas de los españoles.

Es evidente que toda nueva obra pública debe estar abierta a la fiscalización contable y a cualquier crítica estructural que mejore su funcionamiento y prevea cualquier corrupción; pero esto va mucho más allá cuando el único chascarrillo que se les ocurre a los enemigos de la democracia española – empezando por el gobierno sanchista podemita– es que dentro de 10 años veremos a muchos del PP madrileño en la cárcel porque han robado gracias a este nuevo hospital. Por supuesto que no tienen pruebas, pero aquí la única verdad es que Ayuso se gasta el dinero de los madrileños en una obra para salvar sus vidas, mientras Pedro Sánchez cuenta con el récord absoluto de asesores en un gobierno, con un gasto superior en un 115% al que dedicaba Rajoy a los suyos y con ministerios ideológicos como el de Igualdad cuyo presupuesto daría para abrir varios 'zendales' a lo largo del país.

¿Qué hace el gobierno español para salvar vidas? Desde que empezó la pandemia solo ha hecho una cosa básicamente: mentir de manera vergonzosa e ilimitada. Luego, claro está, tenemos la incompetencia absoluta del filosofilla en la compra de materiales de protección contra el virus o el uso anticonstitucional del estado de alarma según necesidades políticas de Sánchez Caballero. Ni cuentan la verdad ni saben qué contar porque siguen sin saber qué hacer con esta crisis sanitaria casi 1 año después. Al menos en Madrid contaremos con un hospital más para la nueva ola que venga, a pesar de que la izquierda hubiese deseado que no existiera.