Glotofobia
Se trata de un modo de jerarquizar los grupos humanos y de una vulneración de los derechos fundamentales por algo tan sencillo como la manera de hablar
Antonio Ubago
Lunes, 29 de enero 2024, 23:06
Existe todavía en nuestra sociedad actual la situación que se conoce con el neologismo glotofobia (del griego gloto: lengua y fobia: odio, rechazo); se trata ... de la discriminación lingüística que por algunos grupos de investigación universitaria pretende ser erradicada porque es una realidad la existente por hablar, verbigracia, con un determinado acento, al igual que a partir de la pronunciación particular de cada uno, del léxico empleado o de las formas gramaticales utilizadas. Es una forma de discriminación lingüística que puede manifestarse de diversas maneras, ya el rechazo al escuchar un idioma en particular, la burla o el menosprecio a los hablantes de ese idioma o acento o la creencia en que una pronunciación es inferior o menos valiosa que otra.
Se trata de un modo de jerarquizar los grupos humanos y de una vulneración de los derechos fundamentales por algo tan sencillo como la manera de hablar. Podría definirse como el miedo o la aversión irracional hacia el idioma o acento de las personas que hablan esa lengua con ese tono. Es una forma de discriminación lingüística que puede manifestarse de diversas maneras como el rechazo al escuchar o hablar un idioma en particular, la burla o el menosprecio a los hablantes de esa lengua o entonación particular al igual que la creencia de que un idioma o acento es inferior o menos valioso que otro. Esta discriminación o rechazo a quienes hablan con deje no generalizado suele esconder razones elitistas o de superioridad pero algo que a priori puede parecer poco importante, lo es, sobre todo cuando se traduce en que alguien no consiga un trabajo o se convierta en objeto de burla y humillación.
La RAE define el término acento como: «El conjunto de las particularidades fonéticas, rítmicas y melódicas que caracterizan el habla de un país, región, ciudad» pero lamentablemente esta riqueza de la que deberíamos sentirnos afortunados y orgullosos no es bien vista por todos entre diferentes grupos lingüísticos y es esencial trabajar para combatirla y promoverla como principio ineludible del respeto y la tolerancia hacia todas las lenguas, acentos y culturas. ¿Existe glotofobia entre nosotros? Hace unos años, la Asamblea Nacional de Francia aprobó una proposición de ley que sancionaba la discriminación de las personas debido a su acento al hablar. Esto fue consecuencia del creciente rechazo a la lengua que habían estado experimentando los ciudadanos franceses en los últimos años. Según esta ley, actualmente, quien discrimine a una persona por su particular forma de hablar el francés, ya sea negándole un trabajo o en cualquier otra situación, se arriesga a pagar una multa significativa. También puede ser condenado a una pena de hasta tres años de cárcel. Similar situación es la de Alemania.
Cuando una persona se burla de un acento, ¿no se está burlando en realidad de todo un pueblo?
¿Es necesario que el gobierno español apruebe una ley similar para penalizar dichas actitudes? España es un país con diferentes lenguas y donde, además, el castellano se habla con acentos muy diferentes. Sin embargo, esta diversidad no está lo suficientemente representada en los medios de comunicación y la televisión, donde el «castellano de Valladolid» es omnipresente por continuarse la creencia aberrante y disparatada de que es esta la cuna del español y en donde se habla el mejor castellano. Estas creencias han derivado, en los últimos años, en un aumento de la glotofobia entre los españoles hacia ciertos acentos del idioma. En nuestro país conviven varias lenguas y el español se pronuncia con acentos muy diferentes. ¿No son frecuentes los chistes sobre la forma de hablar de los andaluces, los gallegos o los murcianos? ¿Y no se trata solo de la punta de un iceberg que demuestra que existe xenofobia en España? Al igual que ocurre en Francia, en nuestro país también se registran a diario numerosos casos de chanza y discriminación por motivos de acento.
La riqueza de la lengua española reside en aspectos de lo más diversos, pero pero especialmente en la grandísima variedad de maneras que existen de hablarla. Al ser un idioma de uso extendido por todo el mundo, cada región, incluso fuera de España, ha aportado matices diferentes al español. Sin embargo, existen muchas personas que jerarquizan esta diversidad, tratando algunos acentos como versiones 'inferiores' del español, y por ello se burlan de aquellas personas con rasgos lingüísticos diferentes a los suyos o incluso recurren a la discriminación; este es el origen de ese desafortunado fenómeno conocido como glotofobia.
Por ello, lingüistas especializados y planteamientos generalizados están llamando a reivindicar la riqueza de nuestra lengua y sus múltiples variedades. Cada día más personas, al ser discriminadas por su acento, optan por enorgullecerse del mismo en lugar de tratar de camuflarlo. Uno de los acentos más discriminados y objeto de este tratamiento despectivo en nuestro país es el acento andaluz que sufre una discriminación constante en ámbitos tan importantes como el laboral pero que cada día goza de mayor prestigio y consideración.
Cuando una persona se burla de un acento, ¿no se está burlando en realidad de todo un pueblo? El rechazo a la lengua parece mucho más que una anécdota intrascendente. Evidencia una situación preocupante que pone de manifiesto que la xenofobia tiene rostros más sutiles. Si no ponemos freno a ese centralismo lingüístico, estaremos ejerciendo una forma de discriminación que castiga a la inmensa mayoría de los ciudadanos de las zonas periféricas.
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