Las pensiones 'granaínas' de Merz
Aunque el canciller alemán Friedrich Merz tiene nombre de corredor ciclista, su deporte favorito es apretar el cinturón a los alemanes. De esa portentosa capacidad ... ha surgido su concepto de «pensión de inicio temprano», o lo que es lo mismo, un nuevo capítulo del manido cuento –un cuento de terror– de que el Estado del bienestar ya no es sostenible y que hay que asegurar las futuras pensiones ante el envejecimiento de la población.
La propuesta de Merz consiste en dar a los menores de entre 6 y 18 años que estén escolarizados un aporte mensual de diez euros por parte del Gobierno, para que en 12 años el nene ya tenga una base de ahorro acumulado de 1.440 euros que podrá utilizar junto con los intereses generados cuando se jubile. Traduciendo del alemán al román paladino: que se le regalan 1.440 euros a un niño para que los disfrute de viejo, bien avanzado el siglo, momento histórico en que esa cantidad no le dará ni para comprar el Kukident. El objetivo es que los jóvenes entiendan la importancia del ahorro y se sientan 'Flex' construyendo un colchón financiero desde edades tempranas.
El asunto me recuerda una famosa escena de la película El conflicto de los Marx, donde Groucho suelta lo siguiente: «El centavo de hoy no es el mismo que el de hace quince años. Venimos utilizando la moneda de cinco centavos desde 1492, eso representa cien años de rutina. ¿Por qué no darle a una moneda de siete centavos su oportunidad? Así el año que viene tendremos una moneda de ocho centavos. Podrá comprar un periódico de tres centavos y le devolverán una moneda de cinco centavos. Con una moneda así, cuidadosamente empleada, podrá vivir una familia toda la vida». Pues bien, la medida de Merz suena igual de absurda que la de Groucho, pero sin gracia alguna.
Imaginemos que es un niño granadino el depositario de ese novedoso plan de pensiones de 1.440 euros, esta vez patrocinado por Pedro Sánchez. Nuestro bello presidente es como uno de esos amigos que cuando te hacen un favor siempre te lo cobran por otro lado, así que esos 1.440 pavos seguro que volverían a la granja del Gobierno multiplicados por diez en forma de subida de impuestos u otras caricias fiscales. Total, un plan como unas tortas.
Hagamos un ejercicio de imaginación futurista con la calculadora. Si la inflación sube a piñón fijo en Granada un 3% –como mínimo– anual, ¿qué valor tendrían 1440 euros en el bolsillo de un futuro jubilado 'granaíno' a finales de este siglo, año arriba, año abajo? Una limosnica. Los Gobiernos alemanes ya no son lo que eran. En cambio, los Gobiernos españoles sí que son lo que eran, así que no descarto que la ocurrencia de Herr Merz haga nido en Moncloa.
Epílogo: Los trabajos precarios engendran jubilaciones precarias. De donde no hay, no se puede sacar para un plan de pensiones.
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