'Si deseamos el mar'
Antonio Chicharro
Jueves, 25 de abril 2024, 00:08
'Si deseamos el mar' (Motril, Ediciones Puerta Granada, 2023) es un libro interartístico que pone en relación la fotografía artística de Pierre Morlet y ... la poesía de Juan Carlos Garvayo. Es fruto de la experiencia estética y profesional de la música de la que participan ambos autores, violonchelista y pianista, respectivamente. En cuanto al diseño y magistral cubierta de la publicación, se debe al artista Javier Leal, quien ha dispuesto las veinticinco fotografías en pie de igualdad con las poesías, en un formato apaisado de página, pues las primeras llenan las pares y las segundas las impares, entrando así ambas en diálogo a doble página, lo que justifica además el frecuente uso de la écfrasis cuando el poeta trata de recrear verbalmente la imagen. Por su parte, las fotografías mantienen a su vez un diálogo interartístico con la pintura en tanto los motivos de las mismas –mares enseñoreados por distintas luces del día o de la noche– son buscados y construidos por la creadora mirada del fotógrafo como si se tratara de una inmensa paleta cromática con la que, a modo de pigmentos naturales, 'pinta' con cálculo y distintas aperturas del diafragma de su cámara las fotografías que fungen así de composición pictórica.
En cuanto a la clave del título, podremos servirnos de uno de los poemas recogidos en la edición, cuyo primer verso, «Si deseamos el mar», ha sido elevado a nombre de la obra. Con esta oración subordinada condicional, se pone en relación el verbo 'desear' y el mar, convocando la densa capacidad de simbolización de éste y el espacio del deseo. El mar pasa a ser así un elemento en que halla su concreción un ideal estético, donde se ejecutan poemas de la nostalgia «de la propia vida vivida» junto con otros movidos por el «temblor de la belleza», si bien no faltan otros más en los que el sujeto poético reacciona frente a una realidad desajustada o bien en los que emprende una indagación en la conciencia.
La poesía de Garvayo acrisola lirismo, intimismo confesional, descripción e incluso narración, cuando se impone la exterioridad percibida. Se trata, en fin, de una poesía que, en su sed de belleza, se alimenta de la música, la cultura y lo que llamamos vida, un referente excesivo que todo lo contiene, como el mar, principio y fin.
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