Angustia o Presupuesto
El aviso de Sánchez de prorrogar las Cuentas si sus socios se las rechazan agravará el estancamiento de una legislatura anómala
Sábado, 6 de septiembre 2025, 23:08
Pedro Sánchez parece decidido a presentar un proyecto presupuestario para 2026 tras encadenar dos prórrogas consecutivas, a tenor de la arriesgada maniobra asumida al reconocer ... a Carles Puigdemont en su forzado aislamiento en Bruselas para eludir la acción de la Justicia. No sólo por la visita tributada el martes por el president de la Generalitat, sino por un previsible futuro encuentro de Sánchez con el líder de Junts, más pendiente de la aplicación de la ley de amnistía que de arrimar el hombro en el conjunto del país. La anomalía política no es tanto no haber planteado aún unas Cuentas, consciente de la precariedad parlamentaria. Quizás lo sea más el planteamiento expresado sin rubor por el presidente del Gobierno de recurrir a la prórroga del Presupuesto en el caso de que socios de investidura le den la espalda, en vez de adelantar las elecciones que le reclaman la oposición y la disidencia socialista encabezada por García-Page. Al menos, esa es la hoja de ruta.
Otra cosa es cómo podría utilizar Sánchez el riesgo cierto de desplante en el bloque de investidura, habida cuenta del uso meramente partidista que algunas siglas hacen de su respaldo al 'Gobierno de progreso'. Un rechazo a los Presupuestos Generales del Estado sin desencadenar una convocatoria de los comicios abocaría la legislatura a la angustia permanente y forzaría al Gabinete PSOE-Sumar a gobernar a golpe de decreto, bajo el peligro de la enmienda en cada votación en el Congreso. Un escenario de pesadilla para los dos años que quedan de mandato y, lo más importante, para una agenda social que lleva estancada demasiado tiempo y para los retos que debe afrontar España en un momento de fuertes vaivenes internacionales que exigen, ante todo, cierta estabilidad en casa para poder capearlos.
No es descartable, por tanto, que el jefe del Ejecutivo utilice también la negociación presupuestaria para hacer ver a sus socios más díscolos la amenaza que supondría para sus intereses una posible llegada del PP a La Moncloa de la mano de Vox, si finalmente se ve forzado a colocar las urnas y las cuentas no le dan para reeditar una alianza que corte el paso a Núñez Feijóo. Eso seguramente ya lo barrunta el independentismo catalán, el PNV y los aliados a la izquierda del PSOE. Bildu, el único grupo de los que sostienen a Sánchez que se ha conjurado para salvarle de la quema, puede agravar la inquietud del presidente si su apoyo deriva en nuevas exigencias.
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