'Realities'
«El año pasado 9.757 personas murieron en aguas del Atlántico cuando intentaban llegar a Canarias. Eso supone nada menos que 28 fallecidos al día. ¿Se imagina lo que significaría un accidente de carretera o una catástrofe con 28 muertos todos y cada día del año?»
El otro día me quedé a cuadros. O mejor, estupefacto, impresionado, asqueado, preocupado, porque en realidad no sé qué puede significar quedarse a cuadros. Escuchaba ... en la radio cómo los periodistas comentaban un programa de una televisión británica de título 'Vuelve al lugar del que viniste' que se centra en las largas y trágicas travesías que deben recorrer aquellas personas, migrantes, que aspiran a llegar a Reino Unido. No era un documental, en absoluto. Porque el 'reality', como se suele denominar, estaba protagonizado por seis personas a las que trasladan a lugares desde los que parten muchos hombres, mujeres y niños en un penoso y dramático viaje hasta llegar a Europa. A unos los dejaban en Raqa, Siria; y a otros en Mogadiscio, Somalia y a partir de ahí tenían que recorrer medio mundo hasta llegar a las islas británicas. El programa, al parecer, se está emitiendo en estos momentos y es de suponer que terminará bien, que todos llegarán a su destino, que ni los protagonistas, ni los cámaras, ni los equipos de producción que los acompañan morirán asaltados en algún desierto, ni ahogados en el mar, ni sucumbirán a enfermedad alguna, ni serán violados por el camino. Porque en el fondo no deja de ser un programa de televisión con todo lo que ello conlleva.
Algunos lo han criticado. Otros lo han alabado. Amnistía Internacional se ha dirigido a él como 'profundamente decepcionante' al tiempo que lo ha tachado de 'sensacionalista'. El programa, lejos de ser un documental periodístico sobre el drama humanitario de la inmigración en Europa, está bien cocinado. Me refiero a que algunos de esos seis participantes, por supuesto bien pertrechados de todo lo necesario para tan difícil travesía, eran antiinmigrantes, mientras que otros estaban a favor y así lo van manifestando a lo largo del programa. De hecho, un portento de 35 años pide a la marina británica, antes de su salida a la aventura, que bombardee las embarcaciones de migrantes en el Canal de la Mancha. Una muchacha afirma que sin un control migratorio «el Reino Unido se convertirá en un infierno lleno de personas con burka».
Al final todo ello se convierte en un programa de entretenimiento en el que sobresalen las penalidades que pasan los participantes en su particular travesía hacia Reino Unido. Un programa preparado y editado lejos, muy lejos de lo que realmente supone salir del centro de África para, indefectiblemente, tras muchos meses de caminar y atravesar países, muchos de ellos con una violencia extraordinaria, subirte en un cayuco o en una patera y echarte a la mar. Previo pago, claro está, a las mafias por un viaje que la mayoría de las veces termina con los ocupantes arrojados al agua para que los patrones de la embarcación puedan dar media vuelta y sin riesgos volver al lugar de origen. El 'billete', a unos 12.000 euros para una travesía que no se sabe si terminará. Y si concluye llegando a tierra allí les espera otro calvario como es enfrentarte a un lugar nuevo que no conoces, que no sabes cómo se vive ahí, que te esperan la más de las veces policía o guardia civil y que supone el fin de una etapa, pero, a la vez, el inicio de otra en la que la incertidumbre lo abarca todo. Pero es que llevas tras de sí meses de sufrimiento, de maltrato en muchas ocasiones, de penalidades en una travesía en la que las mafias han abusado de ti, te han quitado todo, y si eres mujer lo mismo llegas embarazada fruto de una violación en el camino. Eso, si finalmente el cayuco llega a las islas canarias o la patera a la costa almeriense. Y no siempre llegan. Y tampoco llegan todos. El año pasado 9.757 personas murieron en aguas del Atlántico cuando intentaban llegar a Canarias, lo supone nada menos que 28 fallecidos al día. ¿Se imagina lo que significaría un accidente de carretera o una catástrofe con 28 muertos todos y cada día del año? Además, un centenar habría muerto en la travesía hacia nuestra provincia. Eso que se sepa.
Pero es que quienes consiguieron llegar, unas 63.970 personas en 2024, y quienes se quedaron en el intento, no participaban en un 'reality' televisivo sino que para ellos era real y si todos ellos se aferran a ese viaje como solución a unas vidas de pobreza o de violencia lo hacen porque creen que huir es la salida que les queda y la única solución a sus vidas que, para la mayoría, no es vida.
Por eso que una televisión mande a seis personas a vivir de alguna manera las penalidades de aquellos que no vienen aquí porque seamos más guapos o más inteligentes que ellos, sino que lo hacen porque no tienen ningún futuro y el presente es un infierno, y lo hacen poniendo en riesgo sus vidas y, en muchos casos, la de sus hijos -5.800 menores llegaron a Canarias el año pasado-, es una absoluta falta de respeto a todos aquellos que llegan buscando un mundo mejor y de humanidad a quienes, desgraciadamente, se quedaron en el fondo del mar o en cualquier rincón de África.
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