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«Y como de costumbres en contra de nuestra sacrosanta identidad colectiva va la cosa imagino que Vox ya estará preparando mociones en los ayuntamientos y diputaciones españoles para que se prohíba el Black Friday o Halloween»
Ángel Iturbide
Periodista
Sábado, 16 de agosto 2025, 22:52
La religión musulmana es una «ideología extremista» que «trae consigo sus propias leyes que son incompatibles con nuestra cultura». «Hay que proteger a los españoles ... de quienes buscan imponer una ideología totalitaria, disfrazada a veces como religión». Tajante. Así de contundente se mostró el líder de Vox para justificar la moción presentada por su partido en la localidad murciana de Jumilla por la que se aprobaba la negativa a dejar instalaciones deportivas municipales para celebrar rezos y cultos musulmanes. Moción introducida en el orden del día del pleno por el único concejal que Vox tiene en la localidad y que, para más vergüenza y sonrojo de quienes la apoyaron, ni siquiera la votó, porque el edil se abstuvo. Toda una manifestación de pleitesía y de colocarse a los pies de los voxistas por parte del Partido Popular que sí la votó afirmativamente.
Luego se empeñaron en argumentar que no se prohibían los rezos musulmanes ni otras manifestaciones como el sacrificio del cordero o el fin del ramadán como se habían venido celebrando hasta ahora previo pago de 17 euros la hora de ocupación del campo de fútbol municipal, sino que lo que se hacía es evitar cualquier manifestación o acto cultural en dependencias municipales. Y el PP votó a favor sin ningún tipo de escrúpulos y encima intentando que el resto comulgue con ruedas de molino, nunca mejor traída la expresión, de una moción que hasta la propia Conferencia Episcopal ha criticado porque va en contra de la Constitución española y que, finalmente, provocó las iras del líder de Vox.
Total, que lo que Abascal quiere es que «España siga siendo España» y viene a rechazar la introducción en nuestro país de aquellas ideas o leyes que vienen de fuera y pide que se proteja a los españoles de todo ello. Y como de costumbres en contra de nuestra sacrosanta identidad colectiva va la cosa imagino que Vox ya estará preparando mociones en los ayuntamientos y diputaciones españoles para que se prohíba el Black Friday o Halloween e, incluso, se destierre de este país al mismísimo Santa Claus con los renos incluidos o el árbol de Navidad.
Esto ha ocurrido en Murcia donde parece que Vox tiene asidos por las partes blandas a sus dirigentes y donde el Partido Popular se deja humillar (vuelvo a recordar que el edil de Vox en Jumilla se abstuvo en la votación de la moción que él mismo presentó y salió adelante solo con los votos populares) a cambio de unos presupuestos.
En Murcia, donde su presidente Fernando López Miras ya aceptó las exigencias de Vox para sacar adelante las cuentas anuales y en la misma región donde se llamó a la 'caza' del inmigrante en Torre Pacheco. Localidades ambas donde conviven hace decenas de años murcianos y extranjeros (no solo musulmanes) sin que hasta la fecha se haya roto la convivencia en ningún momento. Ahora, las intenciones en una y otra localidad por parte de Vox están clara y el PP a su lado justificando lo que no tiene justificación.
Se puede defender la necesidad de regular los flujos de inmigrantes que llegan a España y el número de ellos. Es necesario ordenar esa inmigración que no sólo llega en pateras que a veces lo olvidamos. Claro que hay que pararse a pensar en cómo se debe actuar desde las administraciones públicas ante este hecho porque yo salgo a la calle y veo en los invernaderos a inmigrantes; veo en las obras del soterramiento de las vías del tren en la capital que el 90% de quienes allí trabajan son negros; veo que quienes empujan las sillas de ruedas de nuestros ancianos dependientes y quienes los atienden en un número mayoritario son extranjeros; veo que la hostelería está copada por personas que han llegado a nuestro país por diferentes vías… Lo que no veo son muchos españoles dentro de los invernaderos, ni empujando las sillas de ruedas, ni atendiendo a nuestros mayores, ni en los trabajos más penosos de nuestras infraestructuras, ni en muchos de nuestros bares, cafeterías y restaurantes…
Y llegados a este punto yo me pregunto qué ocurrirá si dentro de dos años cuando se celebren las elecciones municipales, Roquetas de Mar, El Ejido, La Mojonera, Níjar, Adra y otras muchas localidades de la provincia, el PP no consigue mayorías absolutas. Me pregunto si entonces Gabriel Amat, Francisco Góngora y otros ilustres alcaldes que ahora disfrutan de una mayoría suficiente para gestionar solos estarán dispuestos a gobernar con Vox y a prohibir las fiestas del cordero, la celebración del fin del Ramadán y cualquier otra manifestación religiosa si se lo pide Santiago Abascal con el fin de defender a los españoles de «ideologías extremistas».
Y me pregunto más ¿estarán dispuestos a soportar en sus municipios 'cazas' a inmigrantes? Es que todo esto es muy peligroso y no parece que en el Partido Popular sepan dónde se están metiendo.
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