La muerte del Papa Francisco ha generado un fuerte impacto social provocando una serie de opiniones, juicios de valor y gestos conductuales, no exentos de ... contradicciones, pero sobre todo incertidumbres sobre el futuro de la Iglesia en aquellos que no viven con claridad el sentido de la fe cristiana o cuanto menos encorsetan el hecho religioso dentro de los esquemas que responden a una sociedad relativista o agnóstica.
Lo relevante del papado de Francisco será entendido y comprendido con el paso del tiempo, pero ahora lo que ha quedado claro en su pontificado es la voluntad de atender a las necesidades de las personas, especialmente las más vulnerables y señalar el camino de la Iglesia hacia la apertura sincera y comprometida con la evangelización del mundo actual. Aspecto distinto es su pensamiento político que se podrá o no estar de acuerdo, pero no afecta al discurso evangélico; de ahí la certeza que tienen los creyentes católicos sobre la continuidad del mensaje de Cristo y su adaptación a las realidades del presente, que no del mundo, para construir una sociedad basada en la justicia y la paz.
Solo me gustaría significar la preocupación real del Papa Francisco por Almería y la situación de la inmigración, de la que la Fundación Almería Tierra Abierta ha sido testigo de excepción, cuando el pasado año mantuvieron miembros de su patronato una reunión de trabajo con un representante muy cualificado del Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano y que despachaba directamente con Su Santidad.
En el plano internacional la incertidumbre más preocupante es la consecuencia de la ruptura del orden económico mundial que ha venido funcionando, desde los acuerdos de Bretton Woods en 1944. hasta nuestros días. Este orden ha entrado en crisis por causa de la política arancelaria de Trump y su empeño por mantener la primacía de los EEUU, trufada de un cierto imperialismo, fuera de contexto. Sin necesidad de ser exhaustivo en el relato de ciertos acontecimientos socioeconómicos como, el aumento de la deuda, la pérdida de la capacidad manufacturera y el desequilibrio en la balanza de pagos evidencian que, desde hace años, los EE UU habían perdido su primacía como primera potencia mundial a la vez que se consolidaban nuevas potencias como la Unión Europea, China y Rusia.
Esta realidad multipolar viene exigiendo nuevas fórmulas de relaciones, de gestión y control comercial de bienes y servicios a escala planetaria, pero partiendo de otros modelos de cooperación internacional, de sistemas más transparentes y justos en los flujos comerciales, evitando el arribismo en su ejercicio. Recordemos que Breton Woods generó dos instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional que, han facilitado el funcionamiento del sistema económico mundial.
Si cambiamos el nivel de escala y nos centramos en España, la situación es de incertidumbre angustiosa, pues nadie puede aventurar un futuro que se diseña al margen de la legalidad, del propio gobierno, del parlamento y de cualquiera otra institución de gestión y control democrática. La evidencia más reciente es el incremento del gasto de defensa, que ni se explica ni se comprende, aparte de evidenciar la ausencia de un proyecto de continuidad que garantice la cobertura económica de las necesidades de defensa nacional, que solo parece sustentarse en la magia de la palabra de los monólogos del presidente Sánchez.
Si a esto le añadimos la desconcertante respuesta ante los contratos de suministros bélicos con Israel, la incertidumbre que ha generado, no solo por el descrédito que supone para España internacionalmente por el incumplimiento de contratos, sino por las repercusiones que van a tener a nivel de la industria de defensa, pues dependemos del desarrollo de patentes israelitas para la producción de componentes y sistemas de armas, suponiendo un riesgo muy importante como ha anunciado el propio Netanyahu al señalar que, estas decisiones, sacrifican la seguridad de España por motivos políticos. Veremos que nos depara el futuro.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.